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jueves, 23 de febrero de 2012

Toltecáyotl

En verdad muchos de los toltecas eran pintores, escribanos de códices, escultores, trabajaban la madera y la piedra, construían casas y palacios, eran artistas de la pluma, alfareros...

En verdad eran sabios los toltecas,
sus obras todas eran buenas, todas rectas,
todas bien planeadas, todas maravillosas...

Los toltecas era muy ricos, eran felices, nunca tienen pobreza ni tristeza....

Los toltecas eran experimentados, acostumbraban dialogar con su propio corazón.

Conocían experimentalmente las ewstrellas, les dieron sus nombres.

Conocían sus influjos, sabían bien cómo marcha el cielo, cómo da vueltas...

<h2>Tolteca topializ</h2>

Porque en verdad allí en Tollan estuvieron viviendo, porque allí residieron,
muchas son la huellas que allí quedan de sus obras.
Dejaron lo que hasta hoy allí está,
lo que puede verse,
las columnas no concluidas en forma de serpiente,
con sus cabezas que descansa en el suelo,
y arriba su cola y sus cascabeles...

También se miran los templos y pirámides toltecas,
y restos de sus vasijas,
tazones toltecas, ollas y jarros toltecas,
que muchas veces se descubren en su tierra.

Joyas toltecas, pulseras, jades y turquesas preciosas se encuentran enterradas...

Esas huellas de los toltecas no sólo aparecen en Tollan Xicocotitlan, sino que otras por otras partes pueden encontrarse:
lo que fue su alfarería, sus ollas, las piedras para machacar, sus figuras de barro, pulseras.
Por todas partes pueden descubrirse, por todas partes se muestran, porque los toltecas en verdad se dispersaron y anduvieron por muchos sitios.

Los toltecas escribían en sus libros de pinturas, pero el libro llegó a su fin.

Tu corazón por entero se acerca a las artes y creaciones de los toltecas: la toltecáyotl.
Yo tampoco viviré aquí para siempre,
¿Quién de mi se adueñará?
¿A dónde tendré que marcharme?
Soy un cantor:
allí estaré de pie, allá voy a recogerlos,
mis flores, mis cantos, llevo a cuestas,
los pongo ante el rostro de la gente...


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