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miércoles, 2 de octubre de 2019

Miguel León Portilla

Huel nemachtiloya in cuicatl
in quilhuia teocuicatl
amoxohtoca
ihuan huel machtiloya in tonalpohualli
Image result for nahuatlin temicamatl ihuan in xiuhamatl


Miguel León-Portilla filósofo e historiador mexicano, principal experto en materia del pensamiento y la literatura náhuatl, murió el 1 de octubre del 2019.

En 1959  se publicó por vez primera su obra Visión de los vencidos, en la que organizó textos escritos en náhuatl y traducidos por Garibay, que reflejaban el testimonio desde el punto de vista indígena de la Conquista de México. Involucró textos, que se reunieron, presentaron y anotaron de tenochcas, tlatelolcas, tezcocanos y tlaxcaltecas. La obra se tradujo a quince idiomas y se creó también una versión en braille.

También logró reconocimiento a través de la traducción, interpretación y publicación de varias recopilaciones de obras en náhuatl. León-Portilla ha encabezado un movimiento para entender y revaluar la literatura náhuatl, no solo de la era precolombina, sino también la actual, ya que el náhuatl sigue siendo la lengua materna de 1,5 millones de personas.

El conocimiento sobre las culturas prehispánicas no sera el mismo sin Miguel León-Portilla. Investigador incansable y erudito en el tema indígena, que dedico su vida a hurgar el pasado para poder comprender el presente. A lo largo de su carrera gano premios entre los que destacan, el Nacional de Ciencias Sociales, Historia y Filosofía (1981), Medalla Belisario Domínguez (1995), Orden de las Palmas Académicas en Francia (2000), el Internacional Alfonso Reyes (2000) y el Internacional Menéndez Pelayo por la Universidad de Santander (2001). Su bibliografía supera una veintena de títulos, entre los cuales el Fondo de cultura económica recomienda cuatro obras esenciales:

La visión de los vencidos. UNAM.

Hasta 1959, cuando apareció por primera vez este libro, ya tantas veces reeditado, el único testimonio difundido sobre la Conquista era la crónica victoriosa de los propios españoles. Miguel León-Portilla tuvo el acierto de organizar textos traducidos del náhuatl por Ángel María Garibay para darnos la Visión de los vencidos: la imagen que los indios de Tenochtitlán, Tlatelolco, Tezcoco, Chalco y Tlaxcala se formaron acerca de la lucha contra los conquistadores y la ruina final del mundo azteca.



Los antiguos mexicanos a través de sus crónicas y cantares. Fondo de Cultura Económica.

Entrar en los arcanos de la historia y del pensamiento náhuatl a través de sus propias palabras es acercarnos al corazón de un pueblo que vivió la grandeza y el infortunio en carne propia, para llegar hasta los más íntimos sentimientos que formaron las bases de una filosofía y de una manera de entender el mundo en mitos, relatos, anales y códices que expresaron la manera de pensar del pueblo náhuatl. Conocedor de las fuentes históricas y de la arqueología, León-Portilla nos lleva por los senderos que nos abren las múltiples esencias de las sociedades que poblaron el valle de México.

El destino de la palabra. Fondo de Cultura Económica.

Atendiendo a los testimonios de la oralidad que se trasvasaron en lengua indígena a escritura alfabética, el autor plantea con sentido crítico, hasta qué grado se produjo un rescate o hubo tergiversaciones y otras formas de manipulación de la antigua palabra. Razón central de este libro es buscar respuesta a una pregunta que concierne a nuestra herencia de cultura: ¿perdurar, al menos en parte, recopilada y trasvasada a escritura alfabética, fue el destino de la palabra que resonó en Mesoamérica y se evocó siguiendo el contenido de los libros de caracteres y pinturas?

Antigua y Nueva Palabra. Aguilar.

En colaboración Earl Shorris realizaron una de las más completas, sino es que la más, antología de literatura mesoamericana desde los tiempos precolombinos hasta finales del siglo XX. Escritura maya, cantos nahuas, poemas mixtecos, zapotecos y mazatecas. Sobre el libro escribió Carlos Fuentes: “Este libro devuelve la palabra al pasado y al presente indígenas de México. Nos asegura por ello, que estos hombres y mujeres nuestros –los más memoriosos, los más imaginativos, los más soñadores- serán escuchados en el futuro. No podemos, sin sus voces, integrar el gran coro de México”.
Librería Virtual



La tinta roja, la tinta negra es el título de una antología de poesía náhuatl verdaderamente notable.
La tinta negra y roja es expresión del género de los difrasismos o vocablos pareados muy abundantes en náhuatl, que metafóricamente connotan determinadas ideas y objetos. Nos lo ejemplifica con la exhortación a un joven estudiante, que aparece en el Códice florentino:



Xicmocuitlahui in tlilli in tlapalli
in amoxtli, in tlahcuilolli
intloc, innahuac ximocalaqui
in yolizmatqui, in tlamatini

Cuida de la tinta negra y roja
los libros, las pinturas,
colócate junto y al lado
del que es prudente, del que es sabio.


El libro que publica Era, Galaxia Gutenberg, Círculo de Lectores y El Colegio Nacional es obra de Miguel León-Portilla y está ilustrado con bellas y coloridas pinturas de Vicente Rojo. Meterse a sus páginas es entrar a un mundo fascinante que nos muestra la cosmovisión de los antiguos mexicanos mediante sus composiciones poéticas con connotaciones religiosas, líricas, guerreras y, sorprendentemente, también eróticas. Asimismo encontramos relatos legendarios acerca de los orígenes divinos, cósmicos y humanos y relatos de contenido histórico o didáctico, muchos de ellos portadores de lo que fue la arraigada sabiduría de los pueblos nahuas. Esa misma palabra es la adecuada para describir a León-Portilla, sabio, en la más amplia extensión de la palabra.



Portilla dedicó su vida al estudio de la cultura náhuatl desde las más diversas perspectivas, sacando a la luz el alma de un pueblo que fue brutalmente sojuzgado y cuya rica cultura logró en gran medida sobrevivir gracias a los afanes de hombres como Bernardino de Sahagún y Andrés de Olmos.








El INAH te invita a descargar libros electrónicos de León-Portilla, Gamio y Florescano entre otros


https://www.difusion.inah.gob.mx/index.php/libros

Con la finalidad de difundir por medios electrónicos este universo de publicaciones, el Instituto Nacional de Antropología e Historia pone a disposición del público en general 66 títulos gratis en formato digital o electrónico.
Las obras pertenecen al Catálogo de Publicaciones del INAH y reflejan la pluralidad de las disciplinas de las que los especialistas del Instituto y académicos invitados se ocupan. La selección incluye textos de importantes investigadores, como Miguel León-Portilla, Ignacio Marquina, Alfonso Caso, Manuel Gamio, Román Piña Chan, Enrique Nalda, Beatriz Barba de Piña Chan, Baltazar Brito, Enrique Florescano, Roberto García Moll, Joaquín García-Bárcena, Yólotl González Torres, Leonardo López Luján, Ma. Consuelo Maquívar, Guadalupe Mastache Flores, Eduardo Matos Moctezuma, Margarita Nolasco, Constantino Reyes-Valerio y Alberto Ruz Lhuillier, entre otros.

La serie de libros cuenta con las siguientes funciones: buscador (por tema o palabra); marcador de texto; visualización de página sencilla o doble; herramienta de zoom; tabla de contenidos y navegación hoja por hoja. Pueden ser compartidos, en su totalidad o por página, en redes sociales como Facebook, Twitter, Google Plus, LinkedIn, Tumblr, VK, así como por correo electrónico. También es posible descargarlos en archivos PDF de baja resolución, para su impresión.
Consulta aquí los títulos disponibles.




http://www.revistas.unam.mx/index.php/ecn/article/view/26569/24906
http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0071-16752011000100021



EL CONCEPTO NAHUATL DE LA EDUCACION "xtlamachüiztli": dar sabiduría a los rostros ajenos


Tal vez no exista modo mejor de conocer los ideales de una cultura que estudiando el concepto alcanzado en ella acerca de la educación. En el caso de la cultura náhuatl prehispánica, sabemos que existieron en ella diversos tipos de escuelas o centros de educación. Dan innegable testimonio de esto las pinturas de códices como el Mendocino y el Florentino, así como las numerosas crónicas e historias de Motolinía, Sahagún, Durán, Mendieta, Torquemada e Ixtlixóchitl, para no citar otros más. Sobre los datos aportados por esas fuentes, se han publicado varios estudios en los que se describe el funcionamiento de los telpochcalli o casas de jóvenes, donde se preparaba una gran mayoría de éstos para el arte de la guerra principalmente. Se menciona también la existencia de centros de educación superior, los calmécac, en los que se trasmitían los conocimientos más elevados de la cultura náhuatl. Finalmente, se añade que funcionaban también entre los nahuas las cuicacalli, en las que se enseñaba a los jóvenes el canto, la danza y la música.

"Rostro y corazón": punto de partida del concepto náhuatl de la educación Para poder penetrar siquiera un poco en los ideales de la educación entre los nahuas, es necesario partir de otra concepción suya fundamental. Nos referimos al modo como llegaron a considerar los sabios nahuas lo que llamamos "persona humana". Ante el peligro de desviarnos de nuestro asunto principal, diremos brevemente que encontramos en los textos algo que se repite especialmente en pláticas o discursos: al referirse el que ha tomado la palabra a aquél con quien está hablando, aparece la siguiente expresión idiomática náhuatl: "vuestro rostro, vuestro corazón". Obviamente se designa con estas palabras la persona del interlocutor. Y hallamos esto no en casos aislados, sino en la casi totalidad de los discursos pronunciados de acuerdo con las reglas del que llamaban los nahuas tecpilatolli, o sea, "lenguaje noble o cultivado".

In ixtli, in yóllotl, "la cara, el corazón", simbolizan siempre lo que hoy llamaríamos fisonomía moral y principio dinámico de un ser humano. El siguiente texto, recogido por Sahagún, en el que se describe el supremo ideal del "hombre maduro", mostrará mejor que un largo comentario el papel fundamental del "rostro y corazón", dentro del pensamiento náhuatl acerca de la educación:

El hombre maduro; corazón firme como la piedra, corazón resistente como el tronco de un árbol; rostro sabio, dueño de un rostro y un corazón, hábil y comprensivo.

Ser "dueño de un rostro y un corazón": he aquí el rasgo definitivo que caracteriza a un auténtico hombre maduro (omácic oquichtli). De no poseer un "rostro y un corazón", tendría entonces que ocultar "su corazón amortajado'' y cubrir con una máscara su falta de rostro, como se afirma expresamente en otro texto, hablando de lo que se presupone para llegar a ser un artista. Pero, hay algo más. En el texto citado no se dice únicamente que el auténtico hombre maduro "es dueño de un rostro y un corazón", sino que se añade que posee "un rostro sabio" y "un corazón firme como la piedra". Estos calificativos están presuponiendo, como vamos a ver, que el omácic oquich· tli, "el hombre maduro", ha recibido el influjo de la educación náhuatl. "I xtlamachüiztl.i'': acción de dar sabiduría a los rostros ajenos

La figura del sabio náhuatl en su función de maestro, temachtiani: Maestro de la verdad, no deja de amonestar. Hace sabios los rostros ajenos, hace a los otros tomar una cara, los hace desarrollarla. Les abre los oídos, los ilumina. Es maestro de guías, les da su camino, de él uno depende. Pone un espejo delante de los otros, los hace cuerdos y cuidadosos, hace que en ellos aparezca una cara ... Gracias a él, la gente humaniza su querer, y recibe una estricta enseñanza. Hace fuertes los corazones, conforta a la gente, ayuda, remedia, a todos atiern1e. Entre los diversos atributos del temachtiani o maestro náhuatl, podemos distinguir claramente dos clases. Por una parte, aquellos que se refieren a "hacer que los educandos tomen un rostro, lo desarrollen, lo conozcan y lo hagan sabio". Por otra, los que nos lo muestran "humanizando el querer de la gente" (itech netlacaneco) y "haciendo fuertes los corazones".

El solo análisis lingüístico de cinco términos nahuas con que se describe en el texto ya citado la figura del maestro o temachtiani, constituirá el más elocuente comentario acerca de su misión dentro del mundo náhuatl.

Es el primero, teixcuitiani: "que-a-los-otros-una-cara-hace -tomar". Magnífico ejemplo de lo que hemos llamado "ingeniería lingüística náhuatl". Está compuesto de los siguientes elementos: el prefijo te-(a los otros); el semantema radical de ix-(tli: rostro) ; y la forma principia! cuitiani ("que hace tomar"). Reunidos estos elementos, teix-cuitiani significa a la letra (el que) "a-los-otros-un-rostro-hace··tomar".

El segundo término es te-ix-tlamachtia-ni: "que-a-los-ros-tros-de-los-otros-da-sabiduría". De nuevo indicamos los elementos que lo forman: te (a los otros) ; ix ( tli: rostro o ros-tros) ; tlamachtiani (el que hace sabios, o hace saber las cosas) . Reunidos los diversos semantemas, te-ix-tlamachtiani vale tanto como "el-que-hace-sabios-los-rostros-de-los-otros".

Tercer término, tetezcahuiani: "que-a-los-otros-un-espejo· pone delante". Compuesto de te (a los otros) ; tézcatl (espejo), palabra de la que se deriva tezcahuiani: "que espejea", o pone delante un espejo. La finalidad de esta acción claramente se indica al añadirse en el texto citado que obra así, para que se vuelvan "cuerdos y cuidadosos"'.

Cuarto término, netlacaneco (itech) : "gracias-a-él,-se-humaniza-el-querer-de-la-gente". Se aplica al maestro, diciendo que itech (gracias a él) ; ne (la gente), tlacaneco (es querida humanamente) . Este último término es· a su vez compuesto de neco (forma pasiva de nequi: "querer") y de tláca (ti), "hombre".

Quinto término: tlapolpachivita: "hace-fuertes-los-corazones". Compuesto de tia-prefijo de carácter indefinido que connota una relación con "las cosas o las circunstancias más variadas"; yól ( otl: corazón) ; pachivitia (hace fuertes).

Reunidos pues los diversos elementos: tla-yol-pachivitia signi-fica precisamente "con relación a las cosas, hace fuertes los corazones". Tal es el significado de estos cinco atributos del maestro náhuatl. En ellos se destaca, como en acción, el concepto de la educación náhuatl, que a continuación vamos a ver formu-lado con la máxima claridad en el siguiente texto, recogido por fray Andrés de Olmos. Al lado de una breve enumeración del carácter moral de la educación náhuatl se formula lo que constituía la raíz misma de su sentido y finalidad, "dar sabiduría a los rostros ajenos": Comenzaban a enseñarles: cómo han de vivir, cómo han de obedecer a las personas, cómo han de respetar las, cómo deben entregarse a lo conveniente, lo recto, y cómo han de evitar lo no-conveniente, lo no recto, huyendo con fuerza de la perversión y la avidez.

Todos allí recibían con insistencia: la acción que da sabiduría a los rostros ajenos (la educación) , la prudencia y la cordura. Difícil sería querer desentrañar aquí el sentido de todos los conceptos expresados en este texto. Pero, al menos sí hemos de analizar el pensamiento fundamental en el que se describe precisamente la concepción náhuatl de la educación. Después de indicarse en el texto varios de los temas que constituían el objeto de la educación entre los nahuas: "cómo han de vivir, cómo han de obedecer a las personas ... cómo deben entregarse a lo conveniente, lo recto" (criterio náhuatl de lo moral), pasa a formularse expresamente aquello que era la inspiración y e) meollo de lo que se impartía a los estudiantes: "todos allí recibían con insistencia, la acción que da sabiduría a los rostros ajenos", la ixtlamachiliztli náhuatl.

Un breve análisis lingüístico del término ixtlamachiliztli, nos revelará los matices de su significado. Se trata de un compuesto de los siguientes elementos: ix ( tli: al rostro, o a los rostros) y tlamachiliztli, sustantivo de sentido pasivo y de ac-ción aplicativa. Se deriva del verbo macho voz pasiva de ma-tli: "saber". En su forma terminada en -1-iztli, toma el sentido unas veces abstracto, y otras de acción que se aplica a alguien. Aquí, al anteponérsele el semantema radical de ix-tli, "rostro", obviamente se indica que se aplica precisamente a éste, como sujeto pasivo, la trasmisión de la sabiduría. Creemos, por consiguiente, apegarnos al sentido original del término ixtlama-chiliztli, al traducirlo como "acción de dar sabiduría a los rostros (ajenos) ". Visto el sentido de esta palabra, parece importante tocar ahora siquiera dos puntos que ayudarán a comprender mejor el alcance de este concepto náhuatl de la educación. Es el primero la gran resonancia que alcanzó esta idea en los más variados órdenes de la vida cultural de los nahuas. Muchos son los textos que pudieran aducirse para mostrar lo que estamos diciendo. Así, por ejemplo, cuando se describe la figura del sumo sacerdote que llevaba el título de Quetzal-cóatl, se afirma que una de las condiciones para llegar a tan elevada dignidad era precisamente poseer "un rostro sabio y un corazón firme".

Igualmente, significativo, es otro texto en el que al mostrarse el ideal del amantécatl, o artista de los trabajos de plumería, se dice ya en las primeras frases: El amantécatl, artista de las plumas: nada le falta: es dueño de un rostro y un corazón. Y finalmente para no alargar más esta serie de testimonios, transcribimos un texto en el que, hablando de los pochtecas o comerciantes, quienes, como se sabe, tenían que emprender largos y penosos viajes a lugares a veces tan distantes como el Xoconochco (Soconusco), se refiere que todo eso presuponía en ellos: Un rostro que sabe hacer que las cosas se logren ... y un corazón recto, un corazón respetuoso de Dios.

En resumen, volviendo a citar aquí las líneas más significativas, acerca del supremo ideal humano entre los nahuas, el "varón maduro", omácic oquichtli, debía poseer: Un corazón firme como la piedra, resistente como el tronco de un árbol ; un rostro sabio. Ser dueño de un rostro y un corazón. El modo de formar '~rostros sabios y corazones firmes" Es este el último punto que nos hemos propuesto tocar, para acabar de mostrar algo de lo más importante del pensamiento náhuatl acerca de la educación.

Existen entre los informes recogidos por Sahagún, varios textos que pudieran describirse como "los reglamentos", en los que se especifica qué es lo que se enseñaba a los jóvenes nahuas, y cómo se llevaba a cabo la formación de su "rostro y corazón". Ante la imposibilidad de dar y comentar aquí todos esos textos, sólo vamos a transcribir a continuación dos de los más significativos, lo suficientemente claros como para poder ser comprendidos sin una larga explicación. El primero, proveniente del Códice florentino, menciona, por una parte, toda una serie de prácticas exteriores como "ir a traer a cuestas la leña, barrer los patios, ir a buscar puntas de maguey", etc., dirigidas principalmente a desarrollar en los estudiantes el sentido de la obligación y responsabilidad, aun en el cumplimiento de quehaceres que pueden parecer de poca importancia. Así, se iba dando firmeza a la voluntad, o, como decían los nahuas "al corazón" de los educandos. Pero, la parte más interesante del texto y que es la que aquí transcribimos, presenta lo que constituía la enseñanza propiamente intelectual de los calmécac, dirigida a formar "rostros sabios"'. Se les enseñaban cuidadosamente los cantares, los que llamaban cantos divinos; se valían para esto de las pinturas de los códices. Les enseñaban también la cuenta de los días, el libro de los sueños y el libro de los años {los anales). Abarcaba por tanto esa "acción de dar sabiduría a los rostros ajenos" (ixtlamachiliztli), la trasmisión de los canta-res, especialmente de los llamados "divinos", donde se encerraba lo más elevado del pensamiento religioso y filosófico de los nahuas. Aprendían asimismo el manejo del tonalpo-hualli o "cuenta de los días"; la interpretación de los sueños y los mitos, así como los anales históricos, en los que se contenían, indicándose con precisión la fecha, la relación de los hechos pasados de más importancia. Y como un complemento de lo dicho en el texto citado, encontramos en uno de los huehuetlatolli recogidos por Olmos, otro testimonio de máxima importancia para acabar de conocer lo que constituía el núcleo de enseñanzas en los centros nahuas de educación, ahora principalmente en los telpochcalli: Cuando han comido comienzan otra vez a enseñarles: a unos cómo usar las armas, a otros cómo cazar, cómo hacer cautivos en la guerra, cómo han de tirar la cerbatana, o arrojar la piedra. Todos aprendían a usar el escudo, la macana, cómo lanzar el dardo y la flecha mediante la tiradera y el arco. También cómo se caza con la red y cómo se caza con cordeles. Otros eran enseñados en las variadas artes de los toltecas ... Así, mientras en los calmécac se ponía más empeño en la enseñanza de tipo intelectual, en los telpochcalli se preocupaban especialmente por lo que se refiere al desarrollo de las habilidades del joven para la guerra y la caza. Sin embargo, aun allí no se descuidaba la trasmisión de "las variadas artes de los toltecas". Conclusión Mucho es lo que pudiera añadirse, presentando en su integridad los varios "reglamentos" en náhuatl, principalmente de los calmécac, trasmitidos a Sahagún por sus informantes. Igualmente podrían estudiarse los varios discursos y exhortaciones de índole moral, que se repetían con frecuencia a los estudiantes.

Mientras en la época actual, por varias razones que no nos toca discutir aquí, existe en México una lamentable escasez de escuelas, que impide a muchos niños y jóvenes recibir los beneficios de la educación, en el mundo náhuatl prehispánico y aunque parezca sorprendente este hecho, sabemos por numerosos testimonios que no había un solo niño privado de la posibilidad de recibir esa "acción que da sabiduría a los rostros ajenos".

Y hablando en relación con esta práctica que obligaba a todos los padres de familia nahuas a atender la educación de sus hijos, factor indispensable para que pudieran ocupar su puesto dentro de la comunidad, nos dice fray Juan de Torquemada lo siguiente: "todos los padres en general tenían cui-dado, según se dice, de enviar a sus hijos a estas escuelas o generales (por lo menos), desde la edad de seis años hasta la de nueve, y eran obligados a ello ... Frente a este hecho que permitía a todo niño o joven náhuatl poder recibir la formación necesaria para hacer de sí mismo "un rostro sabio y un corazón firme", creemos que no hay mejor comentario con el que podamos concluir este ensayo, que citando las palabras de Jacques Soustelle en su libro La vida cotidiana de los aztecas:

Es admirable que en esa época y en ese continente un pueblo indígena de América haya practicado la educación obligatoria para todos y que no hubiera un solo niño mexicano del siglo XVI, cualquiera que fuese su origen social, que estuviera privado de escuela.





domingo, 30 de diciembre de 2012

Calendario Maya



(sep.2012) Producción inspirada en la sabiduría maya, ese pueblo tan increíblemente adelantado que aún hoy resulta sorprendente su cúmulo de conocimientos y la perfección que alcanzaron. Muestra de ello es su concepto del tiempo, su sistema especial para contar, de base vigesimal y su relación directa con la manera de medir el tiempo, para lo que usaban dos calendarios básicos (el sagrado y el civil) y tres cuentas diferentes, lo cual no daba posibilidad de error. Estas tres cuentas coincidían cada 52 Haab (años civiles de 365 días fijos), por lo que era un momento de especial y profunda importancia. La vida entera giraba en base a la magia de estas cuentas, dándole a cada día un significado único, por lo que se podían hacer predicciones precisas. Mucho se ha hablado del 21.12.2012. El significado es profundo, pero simple: Termina una importante “cuenta larga”, y con ello se “aniquila todo lo malo del [gran] ciclo anterior” para dar inicio a otra nueva cuenta, con una poderosa fuerza de renacimiento. Todos los calendarios vuelven a comenzar de cero (otro de los geniales “inventos” mayas….!).

Producción original: Carlos Rangel


viernes, 21 de diciembre de 2012

Hasta mañana

Juan Villoro



Hoy se cumplen los 144 mil días del B'aktun 13, la cuenta larga de los mayas. Supongamos que en verdad el mundo termina en viernes. ¿Qué mensaje debe comunicar un articulista del último día?

No faltan razones para desear el más allá. El país donde los mayas dejaron su cultura atraviesa un mal momento. Esta semana, la Estela de Luz, monumento ideado para definirnos como nación en el Bicentenario, fue intervenida por mensajes ciudadanos. ¿Qué consignas se plasmaron en esa tabla de las esencias nacionales? Entre otras cosas, pudimos leer este epigrama de luz: "I love tlacoyos". Si ésa es la Patria, el apocalipsis parece un upgrade.

Con el objeto de reflejar las últimas ilusiones de la humanidad (al menos de la mexicana), hice un sondeo sobre las consecuencias del 21 de diciembre de 2012. Para mi enorme sorpresa, noté bastante entusiasmo en no llegar al día siguiente y sobrevivir con buena salud al cataclismo, en el confort que brindan los mundos paralelos.

Mi encuesta empezó con la pregunta: "¿Le gustaría que la Tierra fuera aniquilada por un meteorito?". De 100 personas, sólo una respondió a favor, pero sugiero que la descartemos (se trata de un conocido que descubrió que "B'aktun 13" es el nombre que su esposa le da a su amante).

La tendencia cambió en la siguiente pregunta: "¿Le gustaría que el mundo terminara conforme a una profecía maya?", 36 personas aceptaron una aniquilación prestigiada por el mito. No es mayoría absoluta, pero sí relativa (en México, una tercera parte de los encuestados contesta "quién sabe").

De los 36 partidarios del colapso, 35 creen en el más allá. Si eliminamos al nihilista engañado por su esposa, observamos un universo estadístico que no entiende la aniquilación como una pérdida, sino como una forma de librarse de su cáscara material para alcanzar una mayor espiritualización.

Entre ellos está mi amigo Chacho. Durante décadas ha buscado superarse a través de drogas naturales, yoga, masajes místicos, camas de agua, psicoterapias individuales y de grupo, piedras magnéticas, feng-shui, dietas ricas en granos y una religión new age que lo llevó a raparse y caminar por un desierto de Nuevo México hasta que lo picó un alacrán. Cada uno de los remedios buscados por Chacho ha sido eficaz para otras personas. Sin embargo, no surten efecto en su inconstante personalidad. Es un neurótico cuyo auténtico propósito consiste en cambiar de medicina antes de encontrar alivio.

"Me urge el madrazo maya", dijo con el mismo énfasis con que en otras épocas se refirió al Tarot, la astrología o el psicoanálisis lacaniano.

Chacho persigue soluciones con el secreto afán de que fracasen. ¿En verdad anhela ser congruente? Esa mutación lo despojaría de su ser en sí.

Por su parte, mi amiga Katy dijo que desea reciclarse en el más allá en calidad de "rubia fabulosa". Esto suena tan superficial como un eslogan de tinte para el pelo, pero ella explicó que el paraíso post-apocalíptico no será discriminatorio: ahí una rubia fabulosa será valorada por su mente.

Otro dato decisivo de la encuesta: la posteridad es imaginada de manera muy confusa. Aunque las grandes religiones llevan milenios abordando el tema, la idea que predomina es la de una especie de "spa de la conciencia". Trataré de explicar ese destino de viaje ultraterreno.

Los entusiastas de extinguirse en plan maya creen que viajarán a un sitio en el que serán mejores. Ahí nadie tendrá mala postura ni problemas de sobrepeso. De hecho, nadie tendrá exigencias físicas.

Debo aclarar que mi metodología no fue tan precisa como la que aprendí en las clases de investigación sociológica de Luis Leñero, maestro inolvidable. Varios de los encuestados son mis amigos. Sé que la sinceridad con que se comunican al tercer tequila no se refleja en el sondeo. Nadie describió el más allá como un viaje gratis a Las Vegas.

Sin embargo, todos declararon que deseaban ir a un sitio "más placentero". ¿Qué clase de gratificación se obtiene sin satisfacer caprichos materiales? Por eso hablé de "spa de la conciencia". Luego pedí a los encuestados que resumieran su concepto del más allá. Transcribo algunas definiciones: "un chill-out de la mente", "un Nirvana plus", "un Shangri-La VIP", "un Club-Med espiritual", "un Xibalbá con room service". Todas las expresiones incluyen palabras extranjeras. ¿No podemos extinguirnos en nuestro propio idioma? Hay una explicación psicológica al respecto: el viaje sin retorno implica un rumbo desconocido, radicalmente extranjero.

Curiosamente, incluso entre quienes anhelan transportarse a ese edén advertí una duda. Una vez más, la clave vino de Chacho. Su vida se rige por la inconsistencia. ¿Qué sería de él si se decidiera por algo?

Augusto Monterroso resumió en una frase la imperfección de todo paraíso: "Lo único malo de irse al Cielo es que allí el cielo no se ve".

El lugar definitivo de llegada -el Cielo con mayúscula- cancela la ilusión de ir ahí. En el paraíso no podemos imaginar el paraíso.

Lo malo de que sucediera el apocalipsis es que dejaríamos de temerlo o desearlo.


Hasta mañana, ....
dios maya mediante....!

domingo, 25 de marzo de 2012

Las predicciones mayas para diciembre de 2012

México.- Las predicciones mayas para diciembre de 2012 no aluden al fin del mundo, sino al retorno del dios Bolon Yokte, que regresaría al término de una era y al comienzo de otra, según una nueva interpretación divulgada hoy por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

Los expertos Sven Gronemeyer y Barbara Macleod, de la Universidad de La Trobe (Australia), dieron a conocer una nueva interpretación de los glifos mayas de la zona arqueológica del Tortuguero, en el sureño estado de Tabasco, durante la VII Mesa Redonda de Palenque que se celebra en Chiapas.

La fecha del 21 de diciembre de 2012 citada en dichos glifos generó una gran cantidad de especulaciones sobre presuntas "profecías mayas del fin del mundo", versión que ha sido rechazada por los arqueólogos y epigrafistas.

Según los especialistas, los mayas crearon un calendario con base en un período de 400 años, denominados "baktunes"; cada era está compuesta de 13 ciclos de 400 años que sumaban 5.125 años y, según su cuenta, la era actual concluía en diciembre de 2012.

Gronemeyer explicó que en la visión maya al final de cada era se completaba un ciclo de creación y comenzaba otro, y en esta inscripción se menciona que el 21 de diciembre "sería investida la deidad Bolon Yokote", un dios vinculado con la creación y la guerra, que participó en el comienzo de la actual era, que inició el 13 de agosto del año 3.114 a C.

El epigrafista alemán indicó que esa inscripción está ligada a la historia de la ciudad maya de Tortuguero, en la que se cita al gobernante Bahlam Ajaw (612-679 d.C.) como futuro participante en un evento del final de la actual era.

El texto de carácter narrativo muestra que los gobernantes mayas deberían "preparar el terreno para el retorno del dios Bolon Yokte, y que el Bahlam Ajaw sería el anfitrión de su investidura", precisó.

Según esta predicción, el dios Bolón Yokte presidiría el nacimiento de una nueva era que deberá comenzar el 21 de diciembre de 2012 y supervisaría el fin de la era actual.

"La aritmética del calendario maya demuestra que la terminación del décimo tercer Bak'tun simplemente es el fin de un periodo y la transición a un ciclo nuevo, aunque esa fecha está cargada con un valor simbólico, como la reflexión sobre el día de la creación", comentó Gronemeyer.

El epigrafista mexicano Erik Velásquez dijo que para los escribas mayas la historia como una narración de acontecimientos humanos fue una preocupación secundaria, y se centraban en los rituales de cualquier tipo, por lo que "las inscripciones muestran relaciones complejas entre el tiempo, las esculturas y los edificios".

"En la antigua concepción maya, el tiempo se construyó igual que las esculturas y los edificios que las contenían, los periodos tenían conciencia, voluntad, personalidad y se comportaban como humanos", añadió.