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viernes, 3 de febrero de 2012

Manuel Perez Treviño

Muchos de nosotros alguna vez posamos nuestra vista en un monumento que estuvo instalado casi frente al Hospital General del Seguro Social, en un importante cruce vial, un monumento que representa un señor de pie con las manos en el bolsillo, no hace mucho tiempo, este monumento fue reubicado a otro sitio donde no luce como antes, pero lo que más llama la atención es que la gran mayoría de nuestra gente desconoce quién fue esa persona, que en vida llevó el nombre de Manuel Pérez Treviño, quien nació el 5 de junio de 1890 en la actual villa de Guerrero.

Es uno de los 10 generales que ha dado esa pequeñísima villa y que hoy forman parte de la lista de personajes ilustres de ese lugar. Durante la Revolución Mexicana se unió al carrancismo, cuando sólo era un estudiante de ingeniería en la Ciudad de México y regresó entonces a Piedras Negras para incorporarse al constitucionalismo. Por su notoria preparación técnica, don Venustiano Carranza lo dejó a cargo de la entonces novedosa fábrica de cañones que les dio una extraordinaria fama, combatió bajo las órdenes del general Pablo González y al triunfo de la causa, fue designado como oficial mayor de la Secretaría de Guerra y Marina, luego fue jefe del Estado Mayor del presidente Álvaro Obregón, ministro de industria y comercio, gobernador de su natal estado de Coahuila.

cofundador y primer presidente del Partido Nacional Revolucionario, que posteriormente se transformó en el Partido Revolucionario Institucional, fue luego secretario de agricultura, precandidato a la Presidencia de la República, embajador de México en España, embajador en Turquía y embajador en la república de Chile.

De este currículum destacan dos hechos muy importantes: Haber formado parte de la comisión organizadora del Partido Nacional Revolucionario, donde alcanzó el puesto máximo, como primer presidente de su partido y el otro, la humanitaria labor que desempeñó cuando fue embajador en España, en los días desafortunados de la guerra civil. Tuvo el tino de imaginar con los hombres de su época, una excelente organización política que luego se transformó en el partido que durante muchos años ostentó el poder, donde colaboró para forjar la estabilidad y progreso postrevolucionario, que por desgracia no ha sido igualitario entre todos los mexicanos.

Sus cualidades humanas y las de su extraordinaria esposa, doña Esther, una espartana mujer que supo vivir junto a él, las buenas y malas épocas que se reflejaron en los aciagos días de la guerra española, donde dio asilo por igual a monárquicos y a republicanos.

Cuando la república subió al poder, muchos partidarios de la realeza tuvieron que buscar refugio seguro en la embajada, luego de la conflagración franquista republicana, los liberales españoles y sus familias fueron acogidos por igual sentido de humanidad fraterna.

Más de 2,000 personas se recibieron en la Casa de México y todos disfrutaron el abrigo y la seguridad de nuestros muy dignos embajadores. Personaje que recordamos en el centenario del inicio del movimiento armado de 1910.

Manuel Perez Trevino (Serie Los Senadores) (Spanish Edition)

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