El mito del tiempo circular y las civilizaciones perdidas: ¿Ciencia o pseudohistoria? Para empezar ¿es la Antropología una ciencia? La antropología, especialmente la paleoantropología, le parece al neófito literatura especulativa ya que enfrenta desafíos metodológicos muy fuertes.
¿Inventamos el pasado? No puede ser de otra manera, aunque el rigor científico permite que lo interpretemos con herramientas imperfectas. La clave está en que: Los fósiles y artefactos son reales (mandíbulas, herramientas, huesos quemados); Las hipótesis se deben ajustar a la evidencia física.
Por ejemplo, el canibalismo en Atapuerca se infiere por marcas de corte en huesos humanos mezclados con huesos de animales, pero hay margen para teorías contradictorias: ¿eran rituales o hambrunas? La dificultad metodológica no invalida la antropología, sino que muestra su naturaleza científica con hipótesis falsables.
La antropología usa técnicas prestadas de ciencias "duras": Datación radiométrica (Carbono-14, Uranio-Torio): Objetiva, con márgenes de error calculables; Tafonomía: Estudia cómo se degradan los huesos para distinguir si fueron cortados por herramientas o por animales; Arqueología experimental: Reproducir técnicas de tallado de piedra para ver si las herramientas fósiles fueron posibles con la tecnología de la época. Las lanzas de Schöningen (Alemania, 300.000 años) se probaron en caza experimental: funcionan.
Los Neandertales
Un caso que hace patente la subjetividad arqueológica es como la percepción de los neandertales ha cambiado radicalmente en los últimos 150 años, reflejando prejuicios científicos, culturales e incluso políticos. Este es un ejemplo paradigmático de cómo la arqueología y la paleoantropología no son neutrales, sino que están influenciadas por el contexto social y cultural del antropólogo.
En el Siglo XIX, en las primeras reconstrucciones de los Neandertales, como la de Marcellin Boule en 1911, los mostraban encorvados, peludos y con expresión bestial, basado en el esqueleto de La Chapelle-aux-Saints, que padecía artritis. Se les veía como una especie inferior, incapaz de lenguaje o cultura. Hasta la mitad del siglo XX teorías como la de Carleton Coon (1962) sugerían que, "si se afeitaba y vestía de traje, un neandertal pasaría desapercibido en el metro". Pero aún se les negaba la capacidad de pensamiento simbólico.
La Revolución genética del siglo XXI, al analizar ADN neandertal (2010), demostró que los humanos modernos, en promedio a nivel mundial, tenemos entre un 1-4% de su genoma. La Cueva de Gorham (Gibraltar) contiene grabados abstractos de hace 39,000 años. Los Neandertales hacían uso de plumas y pigmentos, posiblemente ornamentales. Realizaban enterramientos rituales: Flores en Shanidar (Irak) y tumbas con ofrendas. Hoy se les representa con rasgos finos, piel clara y expresión pensante (aunque seguimos sin saber su tono de piel exacto). La capacidad craneal de los Neandertales era de 1,520 cm³ en promedio, superior a 1,350 cm³ del Homo sapiens. El hioides neandertal, hallado en Kebara, Israel, sugiere que podían hablar. La llamada Cultura musteriense usaba herramientas sofisticadas (lascas Levallois). Aún así, algunos científicos insistían en que eran "subhumanos".
En el siglo XIX, los neandertales se usaron para justificar jerarquías raciales (como "primitivos europeos"). Aún hoy, algunos grupos se oponen a que se les llame "humanos" para mantener al Homo sapiens como "especial". Frederick Hoyle (astrofísico) llegó a decir que los neandertales eran "tan inteligentes como un bulldog". El comentario de Fred Hoyle sobre los neandertales es relevante no por su rigor científico, sino como ejemplo de cómo figuras prominentes fuera de un campo pueden influir en debates académicos con opiniones infundadas, revelando prejuicios arraigados incluso en mentes brillantes. La declaración aparece en su libro The Intelligent Universe (1983), donde Hoyle —famoso por su trabajo en nucleosíntesis estelar pero también por sus ideas controvertidas— argumentaba que la inteligencia humana era tan improbable que debía ser producto de un diseño extraterrestre (panspermia dirigida). Para sostener su tesis, despreció a los neandertales:
"Los neandertales no eran más inteligentes que un bulldog... Si hubieran sido dejados solos, nunca habrían inventado el lenguaje o la agricultura".
Hoyle era un polemista interdisciplinario. Aunque astrofísico, escribió sobre biología, evolución y arqueología, siempre desde un escepticismo radical (negó el origen fósil del Archaeopteryx, por ejemplo). Su declaración sobre neandertales reflejaba su desdén por la evolución darwiniana, que intentaba desacreditar con ejemplos extremos. En la década de 1980, los Neandertales aún eran subestimados: En esa época, aún persistía la visión decimonónica de los neandertales como "torpes y bestiales", a pesar de hallazgos como los enterramientos rituales de Shanidar (1960s). Hoyle aprovechó este estereotipo para respaldar que solo Homo sapiens era "especial", y por tanto, "diseñado". Hoyle asumía que la inteligencia era un "todo o nada".
Hoy sabemos que la evolución humana es ramificada, no lineal, y que los neandertales tenían: cerebro más grande que el nuestro; herramientas complejas (Musteriense); Arte simbólico (pigmentos, grabados). La fama de Hoyle en astrofísica le dio plataforma para opinar sin base empírica sobre paleoantropología. El incidente no solo refleja prejuicios de la época sino el hecho fundamental que la mientras Ciencia en abstracto es objetiva, los científicos son miembros de su entrono histórico-social, con todos sus prejuicios subyacentes. Todavía en la década de 1980, muchos negaban capacidades neandertales por antropocentrismo.
Hoy, figuras como Elon Musk o Yuval Noah Harari también opinan sobre IA o evolución sin especialización, repitiendo el riesgo de simplificaciones peligrosas. Hoyle también creía que el virus de la gripe venía del espacio y que el Tyrannosaurus rex era un herbívoro. Sus ideas sobre neandertales eran solo una más en su colección de excentricidades.
Lucy
Para algunos, aceptar que los Homo Sapiens no somos "únicos" pone en duda el excepcionalísimo humano. "Lucy" (Australopithecus afarensis), descubierta en 1974, fue rechazada como "humana" por el influyente antropólogo Lord Solly Zuckerman, quien argumentaba que solo el género Homo merecía el título de "humano". Para él, los australopitecos eran "simios que caminaban", sin capacidad cognitiva avanzada.
Hoy sabemos que Lucy, y otros australopitecos, caminaban erguidos, tenían manos hábiles y posiblemente usaban herramientas. La idea de que el Homo sapiens es el "culmen de la evolución" ha sesgado interpretaciones. Se atribuía el arte rupestre solo a sapiens, hasta que se hallaron pinturas de 64,000 años en España (hechas por neandertales).
Aceptar que hubo otras humanidades (neandertales, denisovanos) cuestiona narrativas tradicionales. La imagen de los neandertales ha pasado de "monstruos cavernícolas" a "europeos robustos y cultos", reflejando cambios en nuestra propia visión de la humanidad.
La genética ha sido clave para derribar mitos, pero aún hay resistencias. Lucy y los neandertales son ejemplos de cómo la definición de "humano" es flexible y a menudo política.
El descubrimiento de Zinjanthropus boisei (1959) fue un evento que cambio la percepción de como surgio el Homo sapiens. Mary Leakey encontró en Olduvai (Tanzania) el cráneo de un homínido robusto, que su esposo, Louis Leaky, bautizó como Zinjanthropus boisei (hoy *Paranthropus boisei). Louis Leaky insistió en que era "el primer fabricante de herramientas," y por tanto, "humano", aunque luego se demostró que los australopitecos como Lucy ya las usaban. Louis Leaky quería a toda costa probar que el género Homo era más antiguo de lo aceptado. En 1964, declaró que unos fósiles de Olduvai eran de Homo habilis ("hombre hábil"), ignorando las dudas de colegas. Mary Leakey hizo los hallazgos clave, pero Louis se llevaba el crédito en conferencias y medios. Las icónicas huellas de Laetoli (3.7 millones de años, prueba de bipedación) las descubrió Mary en 1976 pero Louis ya había muerto y no pudo apropiárselas. Louis Leakey rechazaba que australopitecos como Lucy fueran ancestros directos, porque no encajaban en su narrativa de un Homo antiguo y glorioso. Para él, la inteligencia y la tecnología eran exclusivas de Homo (una visión hoy desmentida).
Irónicamente, su propio trabajo en Olduvai demostró que la evolución humana fue compleja, con múltiples especies coexistiendo. Las teorías de Leakey dominaron décadas porque él controlaba el acceso a fósiles y financiamiento. Hoy sabemos que australopitecos como Lucy sí son parte de nuestro árbol genealógico, pero el prejuicio inicial retrasó avances.
La historia de los Leakey muestra que la ciencia es hecha por personas, con sus pasiones y sesgos. Los fósiles no hablan por sí solos, los interpretamos con nuestras limitaciones. Los hallazgos se simplifican en documentales o prensa, y las escuelas rivales con sus trifulcas ponen en duda los difíciles avances de la Paleontología.
Atapuerca (Burgos), España
Los restos más antiguos de homínidos en España fueron hallados principalmente en Atapuerca (Burgos), un yacimiento clave para entender la evolución humana en Europa.
¿Cuándo y quién los descubrió?
- Años 1970-1990: Excavaciones sistemáticas dirigidas por Emiliano Aguirre (pionero en Atapuerca).
- 1994: El equipo de Juan Luis Arsuaga, José María Bermúdez de Castro y Eudald Carbonell descubrió en Gran Dolina (TD6) los fósiles de Homo antecessor (800.000 años), incluyendo el famoso "Niño de Gran Dolina".
- 2007: En la Sima del Elefante (TE9), se halló una mandíbula de 1.2 millones de años (el homínido más antiguo de Europa occidental).
Reacción de la comunidad científica
Los hallazgos generaron debate, pero hoy son ampliamente aceptados: Homo antecessor (800.000 años), que inicialmente se propuso como antepasado común de neandertales y sapiens, hoy muchos lo ven como un pariente cercano al Homo heidelbergensis. Su morfología facial moderna (similar a la nuestra) sorprendió a los paleoantropólogos. Los restos de 1.2 millones de años (Sima del Elefante) se atribuyen a una población precursora de H. antecessor, posiblemente relacionada con el Homo erectus/ergaster africano.
¿Por qué se consideran "humanos" si no son Homo sapiens?
En paleoantropología, el término "humano" no se limita a Homo sapiens, sino que incluye a todo el género Homo (y a veces incluso a australopitecos como Lucy). Los criterios para considerar un fósil "humano":
- Bipedación permanente (desde Australopithecus, ~4 millones de años).
- Cerebro > 600 cm³ (típico del género Homo).
- Uso de herramientas (desde Homo habilis, ~2.6 millones de años).
- Estructura social compleja (evidenciada en yacimientos como Atapuerca).
Homo antecessor cumple estos criterios: Cerebro de ~1.000 cm³ (similar al H. erectus); Herramientas de piedra (Modo 1, Olduvayense); Canibalismo ritual (indicador de comportamiento simbólico).
Tradicionalmente, el género Homo se considera que existe desde ~2.8 millones de años. Algunos incluyen a los australopitecos (como A. sediba) por su posible uso de herramientas.
Atapuerca redefine la historia
Atapuerca muestra que Europa fue poblada mucho antes de lo que se creía, con especies humanas arcaicas. Los fósiles de Atapuerca son humanos no sapiens, pero clave para entender la primera colonización de Europa. No son nuestros ancestros directos, sino una rama lateral extinta. Se consideran "humanos" por su capacidad cognitiva y tecnológica. España es un libro abierto de la evolución humana gracias a Atapuerca.
El Holoceno
La ventana climática del Holoceno y su papel clave en el surgimiento de la civilización humana
La hipótesis de que el clima estable del Holoceno (últimos ~11,700 años) fue un requisito fundamental para el desarrollo de la agricultura y las civilizaciones tecnológicas está ampliamente respaldada por investigaciones interdisciplinares. Sin embargo, también existen debates sobre si otras especies humanas (como Homo erectus o Neandertales) podrían haber desarrollado civilizaciones en condiciones climáticas diferentes.
Características climáticas del Holoceno:
- Temperaturas estables: Variación de ±1°C en 10,000 años (vs. ±5–10°C en el Pleistoceno).
- Patrones de lluvia predecibles: Claves para la agricultura sedentaria.
- Nivel del mar estable: Permitió el desarrollo de ciudades costeras.
Revolución Neolítica
La agricultura surgió de forma independiente en al menos 7 regiones (Creciente Fértil, China, Mesoamérica, etc.) entre 12,000–5,000 años atrás, coincidiendo con el óptimo climático del Holoceno.
Colapso de civilizaciones
Eventos como el Dryas Reciente (12,900–11,700 a.C.) o la Pequeña Edad de Hielo (1300–1850 d.C.) provocaron hambrunas y migraciones masivas.
Limitaciones del Pleistoceno
Glaciaciones frecuentes, cada ~100,000 años, con cambios abruptos (ej.: Evento Dansgaard-Oeschger, variaciones de hasta 15°C en décadas).
Recursos dispersos dificultaba la agricultura. Homo erectus (1.8 Ma – 100,000 años), sobrevivió casi 2 millones de años, pero en un modo cazador-recolector nómada. Tenían una tecnología limitada (Herramientas achelenses), pero sin evidencia de asentamientos permanentes. Los Neandertales tenían una cultura musteriense avanzada, pero sin agricultura o ciudades. Posible arte simbólico (cuevas como La Pasiega, España), pero en escalas reducidas.
El Antropoceno y la fragilidad climática
Los niveles actuales de emisiones de CO₂ (~420 ppm) no se veían desde el Plioceno (3 Ma), cuando el clima era +2–3°C y el mar +25 m más alto.
Puntos de no retorno
Deshielo de Groenlandia, colapso de la AMOC (corriente del Golfo). Colapsos como el Imperio Maya (sequías del siglo IX) o Angkor (monzones erráticos) están ligados a cambios climáticos.
Según los modelos actuales, IPCC (2022), un calentamiento de +2.5°C reduciría un 30% la productividad agrícola global. Steffen et al. (2018)"Trayectorias del Sistema Tierra en el Antropoceno" (PNAS) advierte sobre retroalimentaciones climáticas irreversibles. Algunos investigadores (ej: **Grayson, 2001**) argumentan que factores sociales (guerras, desigualdad) son tanto o más importantes que el clima en los colapsos. -El colapso de la Edad de Bronce (~1200 a.C.) involucró invasiones, comercio colapsado y sequía. Culturas como los **Inuit** prosperaron en climas extremos mediante flexibilidad cultural, pero nunca desarrollaron civilizaciones industriales.
El Holoceno fue una "ventana dorada" climática que permitió la civilización humana tal como la conocemos. Otras especies humanas no tuvieron esta oportunidad, aunque su inteligencia fuera comparable. Alterar el equilibrio climático es un riesgo existencial: La historia muestra que incluso cambios menores (ej.: +1°C) desestabilizan sociedades complejas. ¿Podríamos sobrevivir a un clima como el del Pleistoceno? Quizá sí, pero no como civilización global interdependiente. La estabilidad climática no es un lujo, sino un pilar de nuestra supervivencia.
El mito del tiempo circular y las civilizaciones perdidas
El mito del tiempo circular y las civilizaciones perdidas existe desde tiempos milenarios en tradiciones antiguas. En el Hinduismo, el concepto de "Yugas" (ciclos cósmicos de creación y destrucción) sugiere eras repetidas. En Mesoamérica, los mexicas creían en "Soles" (eras que terminaban en catástrofes). En la Grecia clásica, Platón habló de la Atlántida, una civilización avanzada destruida. Sin embargo, ¿Por qué no hay evidencia de civilizaciones avanzadas anteriores? En el registro geológico y arqueológico no hay rastros de industria global. Una civilización industrial dejaría plásticos, contaminación radiactiva, estructuras masivas. Nuestra civilización ha alterado el planeta en menos de 200 años (plomo en glaciares, micro-plásticos, extinciones masivas). El acero y el hormigón duran miles de años y no se han hallado en estratos antiguos. Si hubo civilizaciones avanzadas antes, ¿Dónde están sus satélites, minas, ciudades?
Los dinosaurios dominaron la Tierra por 165 millones de años y no desarrollaron tecnología. Una civilización tecnológica necesitaría extraer minerales a gran escala (como nosotros con el silicio para chips). No hay minas antiguas explotadas a escala industrial antes del Neolítico.
¿Podría una civilización dejar cero rastro?
Si una especie inteligente vivió solo en los océanos, quizá no construyó ciudades. Pero no hay fósiles de seres tecnológicos marinos. ¿Una civilización basada en bioingeniería en vez de metales? Aún así, dejaría modificaciones genéticas en especies coexistentes. ¿Una guerra nuclear o impacto de asteroide borró todo rastro? Nosotros hemos tenido bombas atómicas desde 1945 y aún quedan residuos radiactivos detectables.
La desaparición de todo rastro de la civilización humana actual
La desaparición de todo rastro de la civilización humana actual (si colapsara, por decir, en el siglo XXII) dependería de múltiples factores geológicos, climáticos y biológicos. Basado en estudios de arqueología del futuro, geología estratigráfica y descomposición de materiales:
Huellas que desaparecerían en menos de 10,000 años
Edificios de hormigón y metal:
-Sin mantenimiento, las estructuras colapsarían en 200–500 años (ej: torres de acero se oxidarían, el hormigón se fracturaría por ciclos de hielo-deshielo). Las Pirámides de Egipto o el Monte Rushmore podrían durar decenas de miles de años por su diseño masivo.
Plásticos: La mayoría se degradaría en 100–1,000 años, pero los micro-plásticos persistirían en sedimentos oceánicos.
Documentos digitales: Discos duros y dispositivos electrónicos se corroerían en 50–200 años. Solo medios físicos como piedra o cerámica (ej: las placas de la Voyager) sobrevivirían millones de años.
Huellas que durarían entre 10,000 y 1 millón de años
Infraestructura subterránea: Túneles como el metro de Londres o minas profundas quedarían como "fósiles urbanos" en estratos geológicos.
Residuos nucleares: Materiales como el plutonio-239 (vida media: 24,000 años) dejarían firma radiactiva detectable por cientos de miles de años.
Basureros masivos: Vertederos con vidrio, cerámica y metales nobles (oro) formarían capas distintivas en el registro geológico.
Huellas que persistirían más de 1 millón de años
Fósiles urbanos: Ciudades costeras como Nueva York o Tokio quedarían enterradas bajo sedimentos, creando estratos con concentraciones anómalas de metales (hierro, cobre) y plásticos.
Modificaciones geoquímicas: El pico de CO₂ antropogénico (420 ppm) dejaría una firma en núcleos de hielo y sedimentos oceánicos por millones de años.
La extinción masiva actual (desaparición del 70% de especies) sería detectable en el registro fósil.
Satélites y basura espacial: Objetos en órbita baja caerían en siglos, pero los en órbitas altas (como el Hubble) orbitarían por millones de años.
Últimos vestigios en desaparecer
Huella genética: Nuestro ADN en restos fósiles (huesos, dientes) sería ilegible después de ~6.8 millones de años (límite de degradación del ADN). Sin embargo, modificaciones ecológicas (como la dispersión de cultivos: trigo, maíz) podrían dejar rastros evolutivos en especies futuras.
Huella geológica: La capa del Antropoceno (con plásticos, isótopos radiactivos y fósiles urbanos) persistiría en el registro estratigráfico por decenas a cientos de millones de años, comparable a eventos como la extinción K-Pg (dinosaurios).
Comparación con civilizaciones pasadas
Las primeras ciudades humanas (Çatalhöyük, ~7,500 a.C.) hoy son solo montículos de tierra. El **Imperio Romano** (2,000 años) dejó ruinas visibles, pero sin mantenimiento, sus edificios colapsaron en ~1,500 años.
Conclusión
10,000 años: Solo quedarían estructuras masivas (presas, pirámides) y residuos nucleares.
1 millón de años: Huellas geoquímicas (CO₂, plásticos) y fósiles urbanos.
+10 millones de años: Solo la capa del Antropoceno en estratos geológicos. Nuestra civilización dejaría rastros detectables por más tiempo que cualquier otra especie en la historia de la Tierra, pero eventualmente, la tectónica de placas y la erosión los borrarían.
¿Por qué persiste el mito?
La nostalgia por un pasado idealizado.
Atribuir logros antiguos (pirámides, megalitos) a "alienígenas o superhombres".
Algunos grupos rechazan la arqueología mainstream para promover teorías alternativas (ej: Graham Hancock).
Desde Lovecraft hasta "Horizon Zero Dawn", la ficción explora civilizaciones perdidas. Pero, el tiempo no es literalmente circular (la entropía aumenta, el universo se expande, el sol se quema).
✅ No hay evidencia de civilizaciones industriales pretéritas.
❌ Pero si una civilización duró solo unos siglos (como la nuestra hasta ahora), quizá su rastro sería mínimo en escalas geológicas.
La Tierra tiene 4.500 millones de años, y en ese tiempo los humanos modernos solo llevamos ~300.000 años y la civilización industrial, solo ~200 años. Si hubo otra especie inteligente antes, no usó tecnología como la nuestra (o no dejó huella). ¿Podría surgir una nueva humanidad tras nuestra extinción? Sí, en principio y no para siempre, pero no como un "eterno retorno", sino como un nuevo evento evolutivo en un planeta cambiante.