Al número 42 se le asocia actualmente en la cultura popular global como la llave para descifrar los secretos del Universo y el significado de la vida.
La autopista galáctica
El número 42 ha sido asociado con enigmas cósmicos, espirituales y científicos en diversas culturas e idiomas, pero su popularidad actual se debe a Douglas Adams. El libro de Douglas Adams "The Hitchhiker's Guide to the Galaxy" ("La guía del autoestopista galáctico" en español), publicado en 1979 (primero como serie de radio, luego como novela), hizo famosa la frase:
"The answer to the Ultimate Question of Life, the Universe, and Everything is 42"("La respuesta a la pregunta fundamental sobre la Vida, el Universo y todo lo demás es 42").
Los libros de Adams se convirtieron en un icono dela cultura popular. Si buscas filosofía absurda, humor británico y ciencia ficción, ¡esta saga es un clásico imprescindible! La Saga completa:
- The Hitchhiker's Guide to the Galaxy (1979).
- The Restaurant at the End of the Universe (1980).
- Life, the Universe and Everything (1982).
- So Long, and Thanks for All the Fish (1984).
- Mostly Harmless (1992).
En esta serie de ciencia ficción, una supercomputadora (Deep Thought) responde que "42" es el "sentido de la vida, el universo y todo lo demás". La máquina se pasa siete millones y medio de años procesando la respuesta. Cuando los alienígenas vuelven, esa respuesta resulta ser 42. Ante las quejas de sus interlocutores, Deep Thought explica que la pregunta no tiene sentido y estaba mal formulada. Se ofrece a diseñar un nuevo superordenador basado en una red neural de seres vivos que procesaría la pregunta durante 10 millones de años. Ese superordenador es la Tierra.
Originalmente el texto es en inglés, pero ha sido traducido a decenas de idiomas (español, francés, alemán, etc.). ¿Por qué el 42? Douglas Adams, durante una entrevista el 3 de noviembre de 1993, explicó que eligió el número al azar como broma:
"The answer to this is very simple. It was a joke. It had to be a number, an ordinary, smallish number, and I chose that one."
Numerología Hebrea (Gematría)
Hay muchas tradiciones antiguas y esotéricas sobre el poder mágico y trascendental de los números. Por ejemplo, en el Hebreo bíblico, el 42 se asocia con el Nombre de Dios: En la Cábala, el nombre "Ana Bekoach" tiene 42 letras y se usa en meditación. Éxodo 42: Simboliza el viaje espiritual (aunque el Éxodo solo tiene 40 capítulos; aquí hay confusión con tradiciones orales). En Egipto Antiguo 42 dioses juzgaban al alma en el Libro de los Muertos (pesaban el corazón contra 42 principios cósmicos). En Matemáticas y Ciencia el 42 aparece en ecuaciones como la conjetura de Ramsey (problema sin resolver). En Computación el Código ASCII 42 corresponde al asterisco (*) , the wild card, (símbolo de "cualquier cosa" en programación).
La Gematría (גמטריה) es un sistema de numerología judía que asigna valores numéricos a las letras del alfabeto hebreo y busca conexiones entre palabras con el mismo valor. Se usa para interpretar textos sagrados, descubrir significados ocultos en la Torá y explorar simbolismos espirituales. Cada letra hebrea tiene un valor numérico: א(Alef ) = 1, ב(Bet) = 2, ג(Gimel )=3 , …, י(Yod) = 10, etcétera.
En la Torá y el misticismo judío se buscan conexiones entre palabras con el mismo valor. Por ejemplo, en la cultura popular judía el número 18 (חַי) se usa en donaciones (dar $18 es símbolo de bendición), y aparece en joyería y amuletos judíos.
La Gematría no es lo mismo que la numerología occidental. Es usada para estudio religioso, no para predicciones. Incluye métodos como Atbash (intercambiar letras) o Milui (sumar valores de los nombres de las letras).
Desde la Gematría en la tradición judía—que asigna valores numéricos a las letras hebreas para encontrar significados ocultos en los textos sagrados—hasta la obsesión por el número 666 en el cristianismo, los números han sido considerados como llaves para descifrar misterios espirituales.
π
Un ejemplo moderno de esta fascinación es la película π (España: "Pi, fe en el caos". Latinoamérica: "Pi, el orden del caos".), dirigida por Darren Aronofsky. El filme ganó el Premio a la Dirección en el Festival de Sundance (1998) y se convirtió en un clásico de culto. Si te interesan las matemáticas, la paranoia y el cine experimental, ¡es una joya! La historia sigue a un matemático judío que busca patrones numéricos en la realidad, convencido de que los números pueden revelar los secretos del universo. Su obsesión lo lleva a explorar la numerología cabalística y la posibilidad de encontrar un código divino en los números. La película refleja la antigua creencia de que el universo está estructurado matemáticamente y que, si se descifran los patrones correctos, se puede acceder a un conocimiento trascendental. Este tipo de pensamiento tiene raíces profundas en la historia de las supersticiones, donde los números han sido vistos como portadores de poder y significado.
El incidente
The Incident (El incidente), pelicula de 2014, dirigida por Isaac Ezban también trata el tema de los numeros como llaves esotéricas a los secretos del espacio-tiempo, ocultos por una conciencia cósmica. Un matemático (interpretado por Raúl Méndez) cree haber descubierto un número entero entre dos enteros (un imposible matemático) que permite viajar en el tiempo. Lo internan en un manicomio por su obsesión. La psiquiatra que lo atiende (Nailea Norvind) de niña presenció cómo un anciano era atropellado. Cuando el profesor desaparece misteriosamente, ella relaciona el hecho con su infancia y comprende que el hombre atropellado ¡era el propio profesor viajando en el tiempo! La película explora un paradoxo cíclico. Recuerda a Los cronocrímenes* (bucles temporales).Ganó el Premio Méliès de Oro al mejor film fantástico en el Festival de Sitges (2014). La obsesión del profesor por hallar un entero entre dos enteros (el 3 y el 4) es clave para el viaje en el tiempo.
La suerte y los números en oriente
En Japón, el número 4 (四) se considera de mala suerte porque su pronunciación, "Shi" (し), se asocia con la palabra **"muerte" (死, shi). En hoteles, hospitales y edificios, a menudo no existe el piso 4 (o se marca como "3A" o "F" para evitar el número). Tampoco se usan habitaciones o números de teléfono que terminen en 4.
En China (文化 - Cultura china) 4 "Sì" (四) suena similar a "muerte" (死, sǐ) en mandarín. En rascacielos y ascensores, el piso 4 puede omitirse o sustituirse. Regalar 4 objetos se evita (especialmente en bodas o negocios). Así como en Occidente se evita el 13, en Asia el 4 genera superstición.
En el Hotel Park Hyatt Tokyo, los pisos saltan del 3 al 5. En China, edificios como el Shanghai World Financial Center omiten pisos con 4. En Japón 9 (Kyū / Ku) suena como "sufrimiento" (苦, ku). En China 7 (Qī) en algunos contextos, se asocia con engaño. En contraste, el 8 es el número de la buena suerte en China (suena como *"prosperidad"*), y el 7 es positivo en Japón (relacionado con los 7 dioses de la fortuna).
El 41 en el México del siglo XX
El simbolismo de un número no tiene que ser ni milenario, ni perenne, ni siquiera la consecuencia de una lógica interna coherente. El simbolismo puede surgir abruptamente en la cultura popular como consecuencia de algún incidente o leyenda urbana que cala en la consciencia colectiva, y conforme van cambiando los valores y se diluye la memoria, el símbolo se desvanece, como si nunca hubiera ocupado un lugar preponderante en la consciencia colectiva.
El 17 de noviembre de 1901, la policía irrumpió en una fiesta privada en la calle de La Paz (hoy Ezequiel Montes), Ciudad de México. Arrestó a 41 hombres, 22 de ellos vestidos de mujer. Entre los detenidos había miembros de la élite porfiriana, incluido Ignacio de la Torre, yerno de Porfirio Díaz. El gobierno suprimió la noticia en la prensa nacional (El Imparcial, afín a Díaz), pero circuló en hojas sueltas y periódicos opositores (El Hijo del Ahuizote). Los arrestados fueron enviados a trabajos forzados en Yucatán. Según una crónica de Carlos Monsiváis:
"más que ningún otro hecho, lo que distingue a la redada es la presencia, certificada por el chisme masivo, del Primer Yerno de la Nación."
La Gran Redada, como la llama Monsiváis fue
“una ventana a la segunda mitad del siglo XIX y sus tabernas, sitios de mala muerte, proxenetas, jóvenes ‘alquilables’, burdeles ‘especializados’ (más que lugares fijos, lo que parece imposible, laberinto de guaridas).”
El "Baile de los 41" (1901) fue un escándalo público homosexual en México, que convirtió al número 41, “el número de los puñales,” en un tabú cultural por su asociación con la homosexualidad y la moralidad hipócrita de las elites del Porfiriato. Desde entonces, el 41 se asoció a lo "afeminado" o "inmoral". El ejército mexicano eliminó el Batallón 41 y en documentos oficiales se saltaba del 40 al 42. En las escuelas publicas no existía el salón 41. Burlas al cumplir los 41 años, hoteles pasaban de la habitación 40 a la 42, taxistas usaban el número para referirse a un pasajero “rarito”.
El régimen de Díaz promovía una imagen de "orden y moral", pero ocultaba los excesos de la élite. El Código Penal de 1871 castigaba la "sodomía", pero el escándalo mostró la doble moral de una sociedad que perseguía la homosexualidad en público pero la toleraba en privado.
La prensa opositora (El Hijo del Ahuizote de los hermanos Flores Magón) usó el caso para atacar a Díaz, señalando la corrupción de su círculo. Las caricaturas de José Guadalupe Posada aludían al baile. Corridos y rumores difundieron el tabú del 41.
La pelicula El baile de los 41 (David Pablos, 2020) trata el tema y la anécdota, o el mito que vislumbraba Monsiváis, alcanzó a gente joven a la que de otra manera no llegaría. El ambiente político e ideológico del México de principios del siglo XX es muy distinto del que prevalece en el globalizado siglo XXI.
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