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martes, 19 de junio de 2012

El cinismo y el sujeto político

Osvaldo Umerez

No es nuestro interés tomar a los cínicos en el sentido filosófico ni adentrarnos en cuestiones políticas, sino simplemente rescatar que analizar ese matiz cínico que se encuentren todos nosotros en la vida cotidiana.

Porque entendemos por sujeto político, la simple cualidad de sujeto está tomado por la trama libidinal que implica su sujeción a lenguaje el antiguo concepto de biós, que para el griego consistía en regresar tomado por la trama de las cuestiones de la vida social.

El adjetivo cínico se utilizan para señalar a una persona que muestra alguna forma de indiferencia por el esquema de valores aceptados socialmente, o por lo menos esto nos dice el diccionario, y agrega se define como desvergüenza en practicar o defender acciones censurables de que se identifique con cierto rasgo de impudicia.

También Freud advertía un rango en consonancia con la ironía. Decía que los chistes cínicos se hallaba a un elemento de verdad que no podía ser dicho de otra forma más que disfrazado. En ese sentido ese punto de humor nos hace más tolerable del enfrentamiento con esa verdad.

Las posibilidades que nos da el lenguaje, si en un juego en las teorías filogenéticas nos llevaría a advertir que entre el término cinismo y el término canallada existe, etimológicamente, una raíz común. El término cinismo proviene de una referencia a la escuela cínica fundada por Antístenes, cuyo escuela estaba ubicada en el gimnasio de Cynosarges, que quiere decir el perro blanco, también viene de la proclamación que hacían los miembros de este escuela de aceptar la vida conforme a naturaleza como los perros, una vida caracterizada por la ausencia de pudor,( del griego kynw que quiere decir perro), mientras que el término canalla, proviene del latín, can, y quiere decir el que anda con perros, el que amenaza azuzando con perros.

Quizás se podría argumentar que la raíz griega y la raíz latina inducen a una diferencia en el uso de ambos términos, pero esto quedaría exclusivamente enmarcado en una especulación filogenética. De hecho en el uso vulgar del término cinismo y canallada ya se advierte una diferencia aunque ambos confluyen nuevamente en un lugar común.

Cinismo y canallada, son repuestas actuales al pensamiento global. No las únicas pero si las más evidentes.

El cinicsmo no implica la salida del escéptico del nescio, del nihilismo de lo obsceno o de la ingenuidad.

Como diría Bodei los tiempos actuales son buenos tiempos para cinismo. Asistimos en la actualidad a una constante presentación del mismo, como forma respuestas frente al pensamiento global e incluso hasta una actitud de apología a este rasgo y con cierto grado de idealización.

Sin embargo el cinismo constituyó en antigüedad uno de las escuelas filosóficas más llamativas. Hay quienes diferencian entre dos escuelas pos socráticas, los cínicos y los cyrenaicos. Antístenes, Diógenes de Sinope, Aristipo practicaron una filosofía en consonancia con una praxis que proponía como una gaya ciencia que consistía en el desafío de las máscaras sociales que obstaculizaban el acceso al placer individual.

El cinismo surge en el siglo V a.C. y está marcado especialmente en Atenas por la crisis de la polis. La polis para el griego no era solamente el espacio físico dentro del cual transcurría la vida de una comunidad sino que un espacio que sea articulado a las acciones individuales en una relación al cuerpo mismo bajo el término biós.

Aristóteles ubicada tres conceptos diferentes de vida: Aion , Bios y Zoe, dándole al segundo su carácter primordial, el de vida política.. Es la expresión misma del cuerpo del que el ciudadano es miembro,

Clásicamnete el cínico se remite a la naturaleza, a la práctica del hedonismo corporal y el encuentro con la eudaimonia .

Sin embargo dicha práctica, en su más absoluto rigor, que llegaba a los extremos y que llevaba incluso a la práctica del incesto o el canibalismo no dejaba de ser una ascesis de la inmanencia absoluta.

Diógenes dice: "en virtud de un intercambio de partículas extremadamente sutiles todos los cuerpos se penetran recíprocamente, y por esa razón todo está en todo". La divinización de naturaleza hacen a las virtudes de la perfección. El cinismo se anticipa al el epicureísmo. Diógenes se escribe en la tradición de Spinoza y también de Sade.

La práctica del canibalismo manifiesto o su apología orienta también a una metafísica o al menos una posición frente a ello, la destrucción material del cadáver y de incorporación canibalística constituyen dos tiempos de una economía de composición y descomposición natural que renuncia a toda consideración moral que no convenga con las leyes propias de la naturaleza, el mismo tiempo niega todo finalísmo trascendental. (El cínico no es un héroe trágico).

De allí entonces el privilegio de la acción individual en desmedro del nomos que representa el para todos, desvirtuado su finalidad. Por lo cual el cínico hace caer las máscaras sociales en el intento de prodigar un goce personal.

A esto los cínicos le daban el nombre de autarquía, que quiere decir bastarse así mismo, diferente concepto de autonomía. Bastarse a sí mismo lleva a cínico a una posición por fuera del nomos, de excepción.

Pero el cínico antiguo no queda impune frente a este hecho, sino que quedaba expuesto a un lugar de exclusión la polis.

Sin embargo en otros términos, podría llamarse cinismo en el sentido moderno, el cinismo adquiere desde el punto de vista de su uso común todos los rastros de la vulgarización, de hecho su adjetivación conduce a la degradación original de la fuerza implícita en el propio concepto. De dicho concepto sólo queda un rasgo que caracteriza tan posición.

Confunde lo verdadero con eficaz en el marco de garantías que justifica su acción. Así la estrategia del cínico constituye en exceptuarse, colocados en el lugar de excepción, para que de allí, invocar justificación de su acto.

El cínico se conduce bajo la lógica de aquel que subordina su acción, totalmente, en relación a la eficacia del éxito, el fin que justifica los medios.

Es sobre la lógica de la excepción en donde cinismo y canallada se inscribe la trama política.

Agamben postula que la lógica de la excepción es necesaria para sostener el fundamento del sistema jurídico. Así por ejemplo lee el problema que plantee la tele de la soberanía a partir de C. Smith. Es necesario una excepción, primordial, para qué se constituya una regla, es necesario que exista uno por fuera de para todos. Freud introduce la misma lógica para articular lo que regula el metabolismo libidinal de un cuerpo. Pero el cínico se ubica en este lugar, es el excepción, para el exceptuarse del para todos, y así justificar su acción.

El canalla a diferencia de cínico se sitúan en lugar de la excepción para desde allí enunciar un: para todos.

Michael Onfray refiere como rasgos de cinismo moderno:

1-El cinismo religioso promueve el ideal ascético desvirtuando el cuerpo,

2-el cinismo político enunció sus razones bajo el argumento de la necesidad histórica,

3-el cinismo ético donde el cinismo advierte el rango de renegación que introduce la opacidad del brillo toda diferencia.

Si en la modernidad es cinismo podría ubicarse reemplazando en relación a fines como la razón.

Podríamos hacer un ejercicio y colocar en la frase del fin justifica los medios colocando en vez de medios, las leyes del mercado. Las leyes de mercado justifica los fines que tienen que ver con goces parciales.

En la vida cotidiana, allí donde el malestar en la cultura es evidente, como diría Bodei, surge la posmodernidad, otro elemento que conduce los horizontes del sujeto, la preeminencia de las leyes del mercado y la pérdida de la valía del sujeto,

El malestar en la cultura queda totalmente articulado a la economía del consumo.

En lo íntimo, ya no podríamos hablar de una degradación de la vida erótica, en donde hay una escisión entre deseo y amor , como en la modernidad. Sino su absoluta devaluación

Hannah Arendt intenta rescatar el concepto político de la condición humana, de biós y rescatar un concepto que, en la Grecia antigua se disponía como lo que vinculaba la vida privada con la vida pública, este concepto que se llamaba: la vida activa se constituía tanto de las acciones (praxis) como los discursos (lexis) de lo cual surge la esfera de lo que concierne (Pragma) al ser humano. En esto encuentra Hannah Arendt la posibilidad de que el ser humano se diferencie precisamente en este concepto de vida activa.

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