Nube de etiquetas

actitud Africa África Agricultura Alemania Alfonso Reyes América amor antidepresivo Arabia Argentina arte Asia Astronomía Blake Borges Brazil Bush CAINTRA cambio climático Canada canción Cardenal censura Centroamerica Chiapas Chile China chistes cinismo Clima Colombia corrupción Cristo Cuba cuentos cultura depresión Diógenes discriminación dolor Durango ecología Economía Édith Piaf Eduardo Galeano educación emigrantes esclavitud escritura España Español Esperanto Estados Unidos estereotipos estrategia Europa exilio Facebook Facundo Cabral familia Felipe filosofía Francia Gandhi Gates Geografía gobierno Google Grecia griego guerra hábitos Hernando de Alvarado Tezozómoc higiene hijo historia Holanda iglesia impuestos India ingenieros Inglaterra internet Irak Iran Irlanda Israel Italia ITESM Izcoatl JALIL GIBRÁN Japón Jesús Jordania José López Alavés José Martí José Vasconcelos Calderón Joseito Fernandez karate latin lenguaje Leonardo da Vinci ley Libano libertad literatura Machado Maiz Manu Chao Manuel Bernal Marcos Mario Benedetti Mario Vargas Llosa matemática maya medio ambiente mexica México Mictlan Miguel Hernández Miguel León Portilla Mistral mito Mixteca Monterrey muerte música náhuatl Nahuatlaca narcotrafico NASA naturaleza Nervo Nezahualcóyotl Nicaragua Nuevo León Oaxaca Ortografía Otomí Pablo Neruda Palestina Paraguay paz PEDAGOGÍA Persia Perú podcast poder poesía política propaganda Puebla Puerto Rico racismo religión rezo Robert Frost Rodolfo Usigli Roma rusia Sally Davies salud Salvador Novo seguridad Serrat sexo Shakespeare Silvio sistemas Sonora Suiza surrealismo Tamaulipas tecnología Teōtihuácān terrorismo Theodore Roosevelt tolteca Turquia Uruguay Venezuela ventas Veracruz Vermeer vida video violencia Washington Olivetto woods Yahoo

jueves, 12 de noviembre de 2015

Turista

Es cierto que Monopoly fue lanzado al mercado por primera vez en 1935 por Parker Brothers, hoy una subsidiaria de la compañía Hasbro, el mayor fabricante de juguetes en el mundo. Se cumplen pues 80 años desde su lanzamiento como producto comercial, pero los orígenes del juego se remontan mucho más atrás, y además tienen poco que ver con la idea que hoy podemos tener de un entretenimiento consistente en acumular bienes raíces hasta forzar a otros fuera del mercado después de haberlos dejado sin blanca. El fin es la riqueza máxima de uno y la bancarrota del resto. ¿Oda al capitalismo monopolista más salvaje?
Puede parecerlo, pero en el origen fue lo contrario.
Tras el Monopoly original no había una oda al capitalismo, sino una mujer progresista y feminista, de espíritu provocador
Hasbro nunca nos iba a contar la verdad. Por eso la periodista Mary Pilon se ha ocupado de investigar el rastro del juego hasta sus primeras manifestaciones. Y lo que ha encontrado es una historia de bienes comunes, apropiaciones ilícitas, tergiversaciones, dobles verdades y causas judiciales que explica, con indignación y detalle, en el libro The Monopolists: Obsession, Fury, and the Scandal Behind the World's Favorite Board Game, en la calle desde esta semana.

No hay comentarios.: