(CNNMéxico) — Frente a la tragedia ocurrida en el casino Royale de Monterrey, un grupo de ciudadanos de Nuevo León realizó una manifestación en la que una de las demandas era la renuncia del gobernador del estado, Rodrigo Medina.
¿Una demanda social puede hacer que un gobernante elegido en las urnas en un proceso democrático deje el cargo?
La Constitución del estado solo contempla que el Congreso pueda realizar esta solicitud, dejando a la voluntad de los diputados el escuchar las demandas de sus representados.
El gobernador solo podrá ser acusado por "traición a la patria y delitos graves del orden común" durante su administración, limita la ley del estado.
Como infracciones graves están la rebelión armada, conspiración contra el gobierno, terrorismo, homicidio, violación, delincuencia organizada, corrupción, o abuso de funciones, entre otras.
Un ciudadano puede demandar al gobernador ante jueces civiles, quienes llevarán el caso al Congreso, pues solo los legisladores tienen la decisión de respaldar o negar la acusación.
Debe obtenerse una mayoría absoluta de votos (dos terceras partes) para que el gobernador deje su cargo mientras se realiza su proceso en las cortes.
El mandatario sí puede renunciar, pero bajo ciertas normas. Debe justificar una “causa grave”, señala la ley. Sin embargo, nuevamente es el Congreso el encargado de juzgar si hay argumentos para la renuncia.
En caso de que se diera la destitución o renuncia en los primeros tres años de gobierno, los diputados del estado tienen que nombrar a uno interino, y convocar a los neoleoneses a la elección de uno nuevo.
La elección especial se realizaría en las siguientes elecciones del congreso local, aunque puede ser en otra fecha más cercana determinada por los legisladores.
Si la falta de gobernador se diera en la segunda mitad del mandato, los diputados del estado nombrarían a un Gobernador Sustituto para concluir el período.
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