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domingo, 29 de julio de 2012

tolerancia


miércoles, 25 de julio de 2012

The Vancouver Canucks Fan Zone

Impresionante, imagina que la cámara que tienes puede ser de 5, 8, 10, 12 MegaPixel... las comerciales que se usan en Argentina 21 ó 24 MP. En USA, Europa u Oriente se manejan 40 ó maximo 80 MP. Muchas son cámaras fotográficas y otras son bancos de datos con lentes que guardan información en ordenadores. Son notebooks con objetivos.

Ésta fotografía esta tomada con 2100 MP. Estas cámaras No se comercializan al público, y ya pueden estar siendo instaladas en esos domos negros que vigilan algunos lugares puntuales.


Foto sacada con cámara de 70.000 x 30.000 pixeles (2100 MP)

He aquí una multitud en una manifestación en Vancouver.

Coloca el cursor en la multitud y haz doble clic varias veces. Verás ampliarse la imagen y descubrirás con una nitidez increible los rostros. Da miedo. Había miles de personas y sin embargo se puede localizar y reconocer cualquier rostro.

¿Tenemos vida privada? Imagina los medios de los que disponen la policía y el ejercito.

domingo, 22 de julio de 2012

el tunel

Se está muriendo la suegra y en su agonía, mira hacia la ventana y dice:
- Qué lindo atardecer.!
Y el yerno le dice:
- No se distraiga suegra. Concentradita.... mirando el tunel, ¡mirando el tunel!

ritmos

Recientemente, estaba sentado en Starbuck's y de repente sentí la impetuosa necesidad de pedorrearme. La música estaba realmente muy alta por lo que, decidí programar mi pedorreada al ritmo de la música. Luego de 2 canciones, ya me sentía mucho mejor así que, procedí a terminar mi café.Me di cuenta que, toda la gente a mi alrededor se me quedaba viendo... fué cuando recordé que estaba escuchando mi Ipod.

recomendación

Un hombre de unos 65 años le pregunta al entrenador en el gimnasio:
-¿Que máquina debo usar para impresionar a una chica de 30?
El entrenador lo mira y dice
-Le recomiendo el cajero automatico

un amigo con derechos

Un hombre visita a un amigo en el hospital.
- José ¿Qué te pasó que estás tan golpeado?
- ¡Me golpearon!
- ¿Por qué?
- ¡Porque tosí!
- ¿Porque tosiste?
- Sí, tosí dentro de un closet

las pastillas

Le dice por teléfono una mujer a su esposo:
- Gordo perdóname te dí las pastillas para los nervios en lugar de las de la diarrea,
¿como estás?
- Bien mi amor, todo cagado, pero tranquilo.

censo

Dos empleados del Censo llegan a una casa, para el Censo 2011, y preguntan:
¿Su nombre?
Adán.
¿Su Esposa?
Eva.

¡Increíble! ¿Por casualidad la serpiente también vive aquí?

Sí, un momento.

¡Suegraaaa!, la buscan.



relaciones laborales

DE EMPLEADO A EMPLEADO

- ¿Supiste que falleció el jefe?
- Sí, pero quisiera saber quien fue el que falleció con él.
- ¿Por qué lo dices?
- ¿No leíste la esquela que puso la empresa? Decía: '...¡y con él se fue un gran trabajador!

DE JEFE A EMPLEADO

- Este es el cuarto día que usted llega tarde esta semana.
¿Qué conclusión saca de eso?

- Que hoy es jueves...

DE EMPRESARIO A EMPRESARIO

- ¿Cómo consigues que tus empleados lleguen puntuales al trabajo?
- Sencillo, tengo 30 empleados, pero sólo 20 estacionamientos....

EMPLEADO

Mientras mi jefe actúe como si me estuviera pagando un buen sueldo. yo actuaré como si estuviera haciendo un buen trabajo.

DE JEFE A SECRETARIA

- ¿Quién te ha dicho que puedes pasarte dando vueltas sin trabajar todo el día, sólo porque tuvimos un affaire?
- Mi abogado...

DE JEFE DE PERSONAL A ASPIRANTE

- Aquí buscamos un empleado que no se amilane ante ningún trabajo y no se enferme nunca.

- OK, yo le ayudo a buscarlo...!!

JEFE

- Antonio, yo sé que el sueldo no le alcanza para casarse pero algún día me lo agradecerá.

DE EMPLEADO A JEFE

- Jefe, ¿puedo salir hoy dos horas antes? Mi mujer quiere que la acompañe a hacer unas compras.
- De ninguna manera
- ¡Gracias jefe!,ya sabía yo que usted no me iba a defraudar!



miércoles, 18 de julio de 2012

el hemisferio Oriental de la Tierra




MÉXICO, D.F., febrero 2 (EL UNIVERSAL).- Por que la gente lo pidió, la agencia espacial estadounidense (NASA) publicó en alta resolución el hemisferio Oriental de la Tierra en el que se ve con la mayor calidad alcanzada a los continentes de África y Europa y parte de Medio Oriente.

Como lo hizo con la cara que mostraba a América en días pasados, las imágenes que tomó el satélite Suomi NPP el 23 de enero armaron una postal única de nuestro planeta que se construyó gracias a una nueva tecnología denominada Visible Infrared Imager Radiometer Suite o VIRS.

sábado, 7 de julio de 2012

Puedo escribir el poema mas triste

(Poema #20)


Puedo escribir los versos mas tristes esta noche.
Escribir, por ejemplo: "La noche esta estrellada,
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos
".

El viento de la noche gira en el cielo y canta.
Puedo escribir los versos mas tristes esta noche.

Yo la quise, y a veces ella también me quiso.

En las noches como esta la tuve entre mis brazos.
La bese tantas veces bajo el cielo infinito.

Ella me quiso, a veces yo también la quería.
Como no haber amado sus grandes ojos fijos.

Puedo escribir los versos mas tristes esta noche.

Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.

Oír la noche inmensa, mas inmensa sin ella.

Y el verso cae al alma como al pasto el rocio.

Que importa que mi amor no pudiera guardarla.

La noche esta estrellada y ella no esta conmigo.

Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.

Mi alma no se contenta con haberla perdido.

Como para acercarla mi mirada la busca.

Mi corazón la busca, y ella no esta conmigo.

La misma noche que hace blanquear los mismos arboles.

Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.

Ya no la quiero, es cierto, pero cuanto la quise.
Mi voz buscaba el viento para tocar su oido.

De otro. Sera de otro. Como antes de mis besos.

Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.

Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.

Porque en noches como esta la tuve entre mis brazos,
mi alma no se contenta con haberla perdido.

Aunque este sea el ultimo dolor que ella me causa,
y estos sean los últimos versos que yo le escribo.


Pablo Neruda

viernes, 6 de julio de 2012

Aforismos

No te Rindas, Recuerda que muchas veces La última llave es la que abre la cerradura.

La idea no es vivir para siempre, es crear algo que sí lo haga

Nunca sabrás lo fuerte que eres
Hasta que ser fuerte
Sea la única opción que tengas

No puedo hacer que me ames, me quieras o me entiendas;
Todo lo que puedo hacer es esperar
Que algún día quizas así será.

No puedes sentirte siempre feliz sin antes pasar la página.
Si nada nos salva de la muerte.
Que al menos el Amor nos salve de la vida.

Pablo Neruda

lo que la primavera hace con los cerezos

Juegas todos los días con la luz del universo.
Sutil visitadora, llegas en la flor y en el agua.
Eres más que esta blanca cabecita que aprieto
como un racimo entre mis manos cada día.

A nadie te pareces desde que yo te amo.
Déjame tenderte entre guirnaldas amarillas.
Quién escribe tu nombre con letras de humo entre las estrellas del sur?
Ah déjame recordarte cómo eras entonces, cuando aún no existías.

Mis palabras llovieron sobre ti acariciándote.
Amé desde hace tiempo tu cuerpo de nácar soleado.
Hasta te creo dueña del universo.
Te traeré de las montañas flores alegres, copihues,
avellanas oscuras, y cestas silvestres de besos.
Quiero hacer contigo
lo que la primavera hace con los cerezos.

Poema 14 Pablo Neruda

jueves, 5 de julio de 2012

ARQUITECTURA VERNÁCULA DEL NORESTE DE MÉXICO

http://www.materialrustico.com/

colores


el fuego nuevo




En la mitología griega, las Pléyades (en griego Πλειας Pleias, ‘muchas’; Πλειάδες Pleiades, ‘hijas de Pléyone’; o Πελειαδες Peleiades, ‘hijas de palomas’) eran las siete hijas del titán Atlas y la ninfa marina Pléyone, nacidas en el monte Cileno. Son hermanas de Calipso, Hiante, las Híades y las Hespérides. Junto con las siete Híades eran llamadas Atlántidas, Dodónidas o Nisíadas, niñeras y maestras del infante Dioniso. Las Pléyades eran ninfas en el cortejo de Artemisa, compartían la afición por la caza de ésta, y como ella intentaban mantener su virginidad.

Existe cierto debate sobre el origen del nombre «Pléyades». Anteriormente se aceptaba que derivaba del nombre de su madre, Pléyone. Sin embargo, es más probable que provenga de πλεϊν, ‘navegar’, pues el grupo de estrellas homónimo es visible de noche en el Mediterráneo durante el verano, de mediados de mayo hasta principios de noviembre, lo que coincidía con la temporada de navegación en la antigüedad. Esta etimología fue reconocida por los antiguos, incluyendo a Virgilio (Geórgicas i.136–8).
Las Pléyades debieron haber tenido considerables encantos, pues varios de los más importantes dioses olímpicos (incluyendo a Zeus, Poseidón y Ares) mantuvieron relaciones con ellas, relaciones que inevitablemente acarrearon el nacimiento de varios hijos:
En el cúmulo abierto de las Pléyades sólo seis de las estrellas brillan intensamente. La séptima, Mérope, lo hace débilmente porque está eternamente avergonzada de haber mantenido relaciones con un mortal, Sísifo. Algunos mitos también dicen que la estrella que no brilla es Electra, en señal de luto por la muerte de Dárdano, aunque otras pocas versiones dicen que se trata de Estérope.

Tras ser Atlas obligado a cargar sobre sus hombros con el mundo, Orión persiguió durante cinco años a las Pléyades, y Zeus terminó por transformarlas primero en palomas y luego en estrellas para consolar a su padre. Se dice que la constelación de Orión sigue persiguiéndolas por el cielo nocturno. Según otras versiones de la historia, las siete hermanas se suicidaron porque estaban tristísimas por la suerte que había corrido su padre, Atlas, o bien por la pérdida de sus hermanas, las Híades. Tras esto Zeus las inmortalizaría subiéndolas al cielo.



Las Pléyades (que significa "palomas" en griego), también conocidas como Objeto Messier 45, Messier 45, M45, Las Siete Hermanas o Cabrillas, Los Siete Cabritos, es un objeto visible a simple vista en el cielo nocturno con un prominente lugar en la mitología antigua, situado a un costado de la constelación Tauro.

Las Pléyades son un grupo de estrellas muy jóvenes las cuales se sitúan a una distancia aproximada de 450 años luz de la Tierra y están contenidas en un espacio de treinta años luz. Se formaron hace apenas unos 100 millones de años aproximadamente, durante la era Mesozoica en la Tierra, a partir del colapso de una nube de gas interestelar. Las estrellas más grandes y brillantes del cúmulo son de color blanco-azulado y cerca de cinco veces más grandes que el Sol.



Los mayas basaron su calendario sagrado Tzolkin, en el ciclo anual de las Pléyades (el mismo, para efectos prácticos, que para cualquier estrella o constelación), y creen que es el lugar de origen de su cultura, son llamadas Tzab-ek o cola de Serpiente de Cascabel, y también las conocen como Las Siete Hermanas.



Los aztecas conocian a las Pléyades como Tianquiztli ("el mercado"), esto por la muchedumbre que se formaban antes en los mercados y su semejanza con las estrellas de esta constelacion.2  Al Fuego Nuevo lo celebraban cada 52 años, cuando la constelación de las Pléyades o Cabrillas, llamados por ellos Tianquiztli (por la semejanza con una multitud como en los tianguis) pasaban por el zenit a media noche. Todo quedaba en silencio, a oscuras, pues se pensaba que al terminar el ciclo podría también terminar la vida y el mundo. Un sacerdote  en el Cerro de la Estrella ubicado al Sureste de la Ciudad de México, en Iztapalapa, sacrificaba a un guerrero extirpandole el corazón y ofreciendolo a los cielos. Si la constelación se detenía significaría el fin del mundo y que el sacrificio fue rechazado por los dioses. Al cerciorarse de que esto no ocurría, se encendía el Fuego Nuevo en el hueco del cadáver dejado por el corazón extraído con la esperanza de que, por lo menos, la vida duraría otros 52 años. Al encenderse el Fuego Nuevo se tocaba el teponaztli, el atabal, la chirimía y se hacía oir el ronco sonar del caracol, para anunciar el inicio del nuevo ciclo; la alegría se manifestaba con danzas y embriagueces. Era una ceremonia impresionante, narrada por quienes estudiaron las costumbres de los pueblos primitivos, sobre todo Sahagún.



Los movimientos astrales eran sumamente importantes para los antiguos mexicanos que tenían un conocimiento profundo del año solar y de los ciclos de Venus y de las Pléyades. Pensaban que el Sol podía perecer, y esto hacía "del mundo un escenario de tensiones y para prevenir los destinos adversos, era vital conocer los ciclos del Sol y de todos los cuerpos celestes que, de un modo o de otro, se muestran en relación con él: la Luna, la gran estrella (Venus), Tianquiztli (las Pléyades), Mamalhuaztli (Cinturón y espada de Orión), Cólotl (Escorpión), Colotlixáyatl ("Rostro de Escorpión"), Citlalxanecuilli (¿Osa menor?), Citlaltlachtli ("Juego de pelota de las estrellas"), y otros cuerpos celestes identificados como distintas constelaciones", dice don Miguel LeónPortilla.

César A. Sáenz nos da datos muy interesantes en su libro "El Fuego Nuevo", sobre esta ceremonia: "El fuego se producía al hacer girar fuértemente y con las palmas de ambas manos, un palo cilíndrico dentro del agujero de un madero rectangular, ya que el roce intenso entre las dos maderas secas producía lumbre." "Al madero en forma rectangular los aztecas llamaban teocuahuitl (madero divino) que también era conocido, como xiuhcoatl; el palillo cilíndrico terminaba en forma semicónica, especie de asta o saeta, y se halla dibujado en los Códices en forma de flecha y al cual le nombraban mamalhuaztli (lo que perfora o taladra). Xiuhcoatl mamalhuaztli era también la designación que se aplicaba al conjunto de ambas maderas..."


"En cuanto a la conmemoración del ,siglo' o ciclo de 52 años éste existió, igual que el año de 365 días y el Tonalpohualli de 260 días, desde muchos siglos anteriores al de cualquier pueblo de origen nahua -y desde luego de los aztecas- pues ya eran conocidos con anterioridad por los mayas, de manera que los demás pueblos mesoamericanos lo adoptaron precisamente de los rnayas.



En la conmemoración que se llevaba a cabo cada 52 años hacían los de México y toda la comarca -dice Sahagún- una gran fiesta que se llamaba toxiuh molpilia (atadura de los años), que coincidía con el xiuhtzitzquilo (comienzo del Año Nuevo).

Hecha la lumbre se encendía una gran hoguera que podía verse desde Tenochtitlan, donde sus habitantes ofrecían penitencia o autosacrificio...

"De la hoguera tomaban el fuego -que antes había sido apagado en todas partes- y lo llevaban en teas de pino a los diferentes pueblos cercanos y los de México lo conducían al Templo de Huitzilopochtli y luego a los aposentos de los sacerdotes y ministros de los ídolos. De allí lo tomaban los habitantes de la Ciudad y lo llevaban a sus respectivas casas, y lo mismo hacían los sacerdotes de otros pueblos".

Posiblemente la tradición ubicaba el primer Fuego Nuevo en Xochicalco, presumiblemente en una especie de congreso de pueblos, pues en los bajorrelieves de la Pirámide aparecen glifos nahuas, zapotecos y teotihuacanos, así como la representación de personajes en estilo maya, con tocados en forma de cabeza de serpiente emplumada. Si se retrocede siete u ochos ciclos de 52 años a partir de 1507, como parecen sugerirlo símbolos de Xochicalco, podemos ubicar el primer festejo del Fuego Nuego en 1143 ó 1091.



De acuerdo a Aveni,3 la salida heliaca4 de las Pléyades da inicio al año Inca, lo que ocurre unos 13 a 15 días antes del solsticio de invierno. Ellos vieron una relación entre el tiempo en que las Pléyades son visibles y el ciclo agrícola anual. De esta manera uno de los nombres con que designaban al cúmulo era Collca, que significa depósito de alimentos en quechua.5 Las Pléyades están ausentes del cielo nocturno entre el 3 de mayo y 9 de junio, durante un período de 37 días, período que coincide con el que media entre la cosecha y la próxima época de siembra en el altiplano.

La observación de la primera aparición de las Pléyades no sólo definía el inicio del año Inca, sino también les permitía pronosticar las precipitaciones en la siguiente temporada y según esto adelantar o atrasar las siembras.

Eloisa to Abelard


Published in 1717, Eloisa to Abelard is a poem by Alexander Pope (1688–1744). It is an Ovidian heroic epistle inspired by the 12th-century story ofHéloïse's illicit love for, and secret marriage to, her teacher Pierre Abélard, perhaps the most popular teacher and philosopher in Paris, and the brutal vengeance that her family exacts when they castrate him, even though the lovers had married.
After the assault, and even though they have a child, Abélard enters a monastery and bids Eloisa to do the same. She is tortured by the separation and by her unwilling vow of silence, which she takes with her eyes fixed upon Abélard rather than upon the cross (line 116).
Years later, she completes Historia Calamitatum (History of my Misfortunes), which is a letter of consolation to a friend, and her passion for him is reawakened. Eloisa and Abelard exchange four letters. In an effort to make sense of their personal tragedy, they explore the nature of human and divine love. However, their incompatible male and female perspectives make painful the dialogue for both




In these deep solitudes and awful cells,
Where heav'nly-pensive contemplation dwells,
And ever-musing melancholy reigns;
What means this tumult in a vestal's veins?
Why rove my thoughts beyond this last retreat?
Why feels my heart its long-forgotten heat?
Yet, yet I love! — From Abelard it came,
And Eloisa yet must kiss the name.


Dear fatal name! rest ever unreveal'd,
Nor pass these lips in holy silence seal'd.
Hide it, my heart, within that close disguise,
Where mix'd with God's, his lov'd idea lies:
O write it not, my hand — the name appears
Already written — wash it out, my tears!
In vain lost Eloisa weeps and prays,
Her heart still dictates, and her hand obeys.

Relentless walls! whose darksome round contains
Repentant sighs, and voluntary pains:
Ye rugged rocks! which holy knees have worn;
Ye grots and caverns shagg'd with horrid thorn!
Shrines! where their vigils pale-ey'd virgins keep,
And pitying saints, whose statues learn to weep!
Though cold like you, unmov'd, and silent grown,
I have not yet forgot myself to stone.
All is not Heav'n's while Abelard has part,
Still rebel nature holds out half my heart;
Nor pray'rs nor fasts its stubborn pulse restrain,
Nor tears, for ages, taught to flow in vain.

Soon as thy letters trembling I unclose,
That well-known name awakens all my woes.
Oh name for ever sad! for ever dear!
Still breath'd in sighs, still usher'd with a tear.
I tremble too, where'er my own I find,
Some dire misfortune follows close behind.
Line after line my gushing eyes o'erflow,
Led through a sad variety of woe:
Now warm in love, now with'ring in thy bloom,
Lost in a convent's solitary gloom!
There stern religion quench'd th' unwilling flame,
There died the best of passions, love and fame.

Yet write, oh write me all, that I may join
Griefs to thy griefs, and echo sighs to thine.
Nor foes nor fortune take this pow'r away;
And is my Abelard less kind than they?
Tears still are mine, and those I need not spare,
Love but demands what else were shed in pray'r;
No happier task these faded eyes pursue;
To read and weep is all they now can do.

Then share thy pain, allow that sad relief;
Ah, more than share it! give me all thy grief.
Heav'n first taught letters for some wretch's aid,
Some banish'd lover, or some captive maid;
They live, they speak, they breathe what love inspires,
Warm from the soul, and faithful to its fires,
The virgin's wish without her fears impart,
Excuse the blush, and pour out all the heart,
Speed the soft intercourse from soul to soul,
And waft a sigh from Indus to the Pole.

Thou know'st how guiltless first I met thy flame,
When Love approach'd me under Friendship's name;
My fancy form'd thee of angelic kind,
Some emanation of th' all-beauteous Mind.
Those smiling eyes, attemp'ring ev'ry day,
Shone sweetly lambent with celestial day.
Guiltless I gaz'd; heav'n listen'd while you sung;
And truths divine came mended from that tongue.
From lips like those what precept fail'd to move?
Too soon they taught me 'twas no sin to love.
Back through the paths of pleasing sense I ran,
Nor wish'd an Angel whom I lov'd a Man.
Dim and remote the joys of saints I see;
Nor envy them, that heav'n I lose for thee.

How oft, when press'd to marriage, have I said,
Curse on all laws but those which love has made!
Love, free as air, at sight of human ties,
Spreads his light wings, and in a moment flies,
Let wealth, let honour, wait the wedded dame,
August her deed, and sacred be her fame;
Before true passion all those views remove,
Fame, wealth, and honour! what are you to Love?
The jealous God, when we profane his fires,
Those restless passions in revenge inspires;
And bids them make mistaken mortals groan,
Who seek in love for aught but love alone.
Should at my feet the world's great master fall,
Himself, his throne, his world, I'd scorn 'em all:
Not Caesar's empress would I deign to prove;
No, make me mistress to the man I love;
If there be yet another name more free,
More fond than mistress, make me that to thee!
Oh happy state! when souls each other draw,
When love is liberty, and nature, law:
All then is full, possessing, and possess'd,
No craving void left aching in the breast:
Ev'n thought meets thought, ere from the lips it part,
And each warm wish springs mutual from the heart.
This sure is bliss (if bliss on earth there be)
And once the lot of Abelard and me.

Alas, how chang'd! what sudden horrors rise!
A naked lover bound and bleeding lies!
Where, where was Eloise? her voice, her hand,
Her poniard, had oppos'd the dire command.
Barbarian, stay! that bloody stroke restrain;
The crime was common, common be the pain.
I can no more; by shame, by rage suppress'd,
Let tears, and burning blushes speak the rest.

Canst thou forget that sad, that solemn day,
When victims at yon altar's foot we lay?
Canst thou forget what tears that moment fell,
When, warm in youth, I bade the world farewell?
As with cold lips I kiss'd the sacred veil,
The shrines all trembl'd, and the lamps grew pale:
Heav'n scarce believ'd the conquest it survey'd,
And saints with wonder heard the vows I made.
Yet then, to those dread altars as I drew,
Not on the Cross my eyes were fix'd, but you:
Not grace, or zeal, love only was my call,
And if I lose thy love, I lose my all.
Come! with thy looks, thy words, relieve my woe;
Those still at least are left thee to bestow.
Still on that breast enamour'd let me lie,
Still drink delicious poison from thy eye,
Pant on thy lip, and to thy heart be press'd;
Give all thou canst — and let me dream the rest.
Ah no! instruct me other joys to prize,
With other beauties charm my partial eyes,
Full in my view set all the bright abode,
And make my soul quit Abelard for God.

Ah, think at least thy flock deserves thy care,
Plants of thy hand, and children of thy pray'r.
From the false world in early youth they fled,
By thee to mountains, wilds, and deserts led.
You rais'd these hallow'd walls; the desert smil'd,
And Paradise was open'd in the wild.
No weeping orphan saw his father's stores
Our shrines irradiate, or emblaze the floors;
No silver saints, by dying misers giv'n,
Here brib'd the rage of ill-requited heav'n:
But such plain roofs as piety could raise,
And only vocal with the Maker's praise.
In these lone walls (their days eternal bound)
These moss-grown domes with spiry turrets crown'd,
Where awful arches make a noonday night,
And the dim windows shed a solemn light;
Thy eyes diffus'd a reconciling ray,
And gleams of glory brighten'd all the day.
But now no face divine contentment wears,
'Tis all blank sadness, or continual tears.
See how the force of others' pray'rs I try,
(O pious fraud of am'rous charity!)
But why should I on others' pray'rs depend?
Come thou, my father, brother, husband, friend!
Ah let thy handmaid, sister, daughter move,
And all those tender names in one, thy love!
The darksome pines that o'er yon rocks reclin'd
Wave high, and murmur to the hollow wind,
The wand'ring streams that shine between the hills,
The grots that echo to the tinkling rills,
The dying gales that pant upon the trees,
The lakes that quiver to the curling breeze;
No more these scenes my meditation aid,
Or lull to rest the visionary maid.
But o'er the twilight groves and dusky caves,
Long-sounding aisles, and intermingled graves,
Black Melancholy sits, and round her throws
A death-like silence, and a dread repose:
Her gloomy presence saddens all the scene,
Shades ev'ry flow'r, and darkens ev'ry green,
Deepens the murmur of the falling floods,
And breathes a browner horror on the woods.

Yet here for ever, ever must I stay;
Sad proof how well a lover can obey!
Death, only death, can break the lasting chain;
And here, ev'n then, shall my cold dust remain,
Here all its frailties, all its flames resign,
And wait till 'tis no sin to mix with thine.

Ah wretch! believ'd the spouse of God in vain,
Confess'd within the slave of love and man.
Assist me, Heav'n! but whence arose that pray'r?
Sprung it from piety, or from despair?
Ev'n here, where frozen chastity retires,
Love finds an altar for forbidden fires.
I ought to grieve, but cannot what I ought;
I mourn the lover, not lament the fault;
I view my crime, but kindle at the view,
Repent old pleasures, and solicit new;
Now turn'd to Heav'n, I weep my past offence,
Now think of thee, and curse my innocence.
Of all affliction taught a lover yet,
'Tis sure the hardest science to forget!
How shall I lose the sin, yet keep the sense,
And love th' offender, yet detest th' offence?
How the dear object from the crime remove,
Or how distinguish penitence from love?
Unequal task! a passion to resign,
For hearts so touch'd, so pierc'd, so lost as mine.
Ere such a soul regains its peaceful state,
How often must it love, how often hate!
How often hope, despair, resent, regret,
Conceal, disdain — do all things but forget.
But let Heav'n seize it, all at once 'tis fir'd;
Not touch'd, but rapt; not waken'd, but inspir'd!
Oh come! oh teach me nature to subdue,
Renounce my love, my life, myself — and you.
Fill my fond heart with God alone, for he
Alone can rival, can succeed to thee.

How happy is the blameless vestal's lot!
The world forgetting, by the world forgot.
Eternal sunshine of the spotless mind!
Each pray'r accepted, and each wish resign'd;
Labour and rest, that equal periods keep;
"Obedient slumbers that can wake and weep;"
Desires compos'd, affections ever ev'n,
Tears that delight, and sighs that waft to Heav'n.
Grace shines around her with serenest beams,
And whisp'ring angels prompt her golden dreams.
For her th' unfading rose of Eden blooms,
And wings of seraphs shed divine perfumes,
For her the Spouse prepares the bridal ring,
For her white virgins hymeneals sing,
To sounds of heav'nly harps she dies away,
And melts in visions of eternal day.

Far other dreams my erring soul employ,
Far other raptures, of unholy joy:
When at the close of each sad, sorrowing day,
Fancy restores what vengeance snatch'd away,
Then conscience sleeps, and leaving nature free,
All my loose soul unbounded springs to thee.
Oh curs'd, dear horrors of all-conscious night!
How glowing guilt exalts the keen delight!
Provoking Daemons all restraint remove,
And stir within me every source of love.
I hear thee, view thee, gaze o'er all thy charms,
And round thy phantom glue my clasping arms.
I wake — no more I hear, no more I view,
The phantom flies me, as unkind as you.
I call aloud; it hears not what I say;
I stretch my empty arms; it glides away.
To dream once more I close my willing eyes;
Ye soft illusions, dear deceits, arise!
Alas, no more — methinks we wand'ring go
Through dreary wastes, and weep each other's woe,
Where round some mould'ring tower pale ivy creeps,
And low-brow'd rocks hang nodding o'er the deeps.
Sudden you mount, you beckon from the skies;
Clouds interpose, waves roar, and winds arise.
I shriek, start up, the same sad prospect find,
And wake to all the griefs I left behind.

For thee the fates, severely kind, ordain
A cool suspense from pleasure and from pain;
Thy life a long, dead calm of fix'd repose;
No pulse that riots, and no blood that glows.
Still as the sea, ere winds were taught to blow,
Or moving spirit bade the waters flow;
Soft as the slumbers of a saint forgiv'n,
And mild as opening gleams of promis'd heav'n.

Come, Abelard! for what hast thou to dread?
The torch of Venus burns not for the dead.
Nature stands check'd; Religion disapproves;
Ev'n thou art cold — yet Eloisa loves.
Ah hopeless, lasting flames! like those that burn
To light the dead, and warm th' unfruitful urn.

What scenes appear where'er I turn my view?
The dear ideas, where I fly, pursue,
Rise in the grove, before the altar rise,
Stain all my soul, and wanton in my eyes.
I waste the matin lamp in sighs for thee,
Thy image steals between my God and me,
Thy voice I seem in ev'ry hymn to hear,
With ev'ry bead I drop too soft a tear.
When from the censer clouds of fragrance roll,
And swelling organs lift the rising soul,
One thought of thee puts all the pomp to flight,
Priests, tapers, temples, swim before my sight:
In seas of flame my plunging soul is drown'd,
While altars blaze, and angels tremble round.

While prostrate here in humble grief I lie,
Kind, virtuous drops just gath'ring in my eye,
While praying, trembling, in the dust I roll,
And dawning grace is op'ning on my soul:
Come, if thou dar'st, all charming as thou art!
Oppose thyself to Heav'n; dispute my heart;
Come, with one glance of those deluding eyes
Blot out each bright idea of the skies;
Take back that grace, those sorrows, and those tears;
Take back my fruitless penitence and pray'rs;
Snatch me, just mounting, from the blest abode;
Assist the fiends, and tear me from my God!

No, fly me, fly me, far as pole from pole;
Rise Alps between us! and whole oceans roll!
Ah, come not, write not, think not once of me,
Nor share one pang of all I felt for thee.
Thy oaths I quit, thy memory resign;
Forget, renounce me, hate whate'er was mine.
Fair eyes, and tempting looks (which yet I view!)
Long lov'd, ador'd ideas, all adieu!
Oh Grace serene! oh virtue heav'nly fair!
Divine oblivion of low-thoughted care!
Fresh blooming hope, gay daughter of the sky!
And faith, our early immortality!
Enter, each mild, each amicable guest;
Receive, and wrap me in eternal rest!

See in her cell sad Eloisa spread,
Propp'd on some tomb, a neighbour of the dead.
In each low wind methinks a spirit calls,
And more than echoes talk along the walls.
Here, as I watch'd the dying lamps around,
From yonder shrine I heard a hollow sound.
"Come, sister, come!" (it said, or seem'd to say)
"Thy place is here, sad sister, come away!
Once like thyself, I trembled, wept, and pray'd,
Love's victim then, though now a sainted maid:
But all is calm in this eternal sleep;
Here grief forgets to groan, and love to weep,
Ev'n superstition loses ev'ry fear:
For God, not man, absolves our frailties here."

I come, I come! prepare your roseate bow'rs,
Celestial palms, and ever-blooming flow'rs.
Thither, where sinners may have rest, I go,
Where flames refin'd in breasts seraphic glow:
Thou, Abelard! the last sad office pay,
And smooth my passage to the realms of day;
See my lips tremble, and my eye-balls roll,
Suck my last breath, and catch my flying soul!
Ah no — in sacred vestments may'st thou stand,
The hallow'd taper trembling in thy hand,
Present the cross before my lifted eye,
Teach me at once, and learn of me to die.
Ah then, thy once-lov'd Eloisa see!
It will be then no crime to gaze on me.
See from my cheek the transient roses fly!
See the last sparkle languish in my eye!
Till ev'ry motion, pulse, and breath be o'er;
And ev'n my Abelard be lov'd no more.
O Death all-eloquent! you only prove
What dust we dote on, when 'tis man we love.

Then too, when fate shall thy fair frame destroy,
(That cause of all my guilt, and all my joy)
In trance ecstatic may thy pangs be drown'd,
Bright clouds descend, and angels watch thee round,
From op'ning skies may streaming glories shine,
And saints embrace thee with a love like mine.

May one kind grave unite each hapless name,
And graft my love immortal on thy fame!
Then, ages hence, when all my woes are o'er,
When this rebellious heart shall beat no more;
If ever chance two wand'ring lovers brings
To Paraclete's white walls and silver springs,
O'er the pale marble shall they join their heads,
And drink the falling tears each other sheds;
Then sadly say, with mutual pity mov'd,
"Oh may we never love as these have lov'd!"

From the full choir when loud Hosannas rise,
And swell the pomp of dreadful sacrifice,
Amid that scene if some relenting eye
Glance on the stone where our cold relics lie,
Devotion's self shall steal a thought from Heav'n,
One human tear shall drop and be forgiv'n.
And sure, if fate some future bard shall join
In sad similitude of griefs to mine,
Condemn'd whole years in absence to deplore,
And image charms he must behold no more;
Such if there be, who loves so long, so well;
Let him our sad, our tender story tell;
The well-sung woes will soothe my pensive ghost;
He best can paint 'em, who shall feel 'em most.

la medida más utilizada en la antigua arquitectura teotihuacana es de 83 centímetros

México.- En la ponencia del arqueólogo japonés Saburo Sugiyama, en la V Mesa Redonda deTeotihuacán, se explicó que la medida más utilizada en la antigua arquitectura teotihuacana, es de 83 centímetros, particularmente en las pirámides del Sol, la Luna y de Quetzalcóatl.

Sugiyama, investigador de la Universidad Estatal de Aichi, Japón, precisó que la posible medida longitudinal utilizada por los antiguos arquitectos de Teotihuacán, corresponde a 'una base numérica compuesta por 83 centímetros, porque es la cantidad que, multiplicada por 4 o múltiplos de 4, se repite constantemente en las medidas de las edificaciones del sitio prehispánico'.

Se informó en un comunicado que en el foro académico organizado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), también participó el arqueólogo mexicano Eduardo Matos, con una ponencia sobre las semejanzas arquitectónicas y de cosmovisión entre las culturas Mexica y Teotihuacana.

En este encuentro, que se realiza desde el 23 de octubre y concluirá este 28, el científico japonés extendió su exposición al dar ejemplos con respecto a las medidas de las construcciones teotihuacanas.

Entre éstas dio a conocer las medidas de la alfarda, escalera y distancia entre las esculturas de cabezas de serpientes de la pirámide de Quetzalcóatl.

'La alfarda mide 1.66 metros de longitud lo que corresponde al doble de la unidad que sugiero (83 centímetros); lo mismo pasa con la distancia entre las cabezas de serpiente que es cuatro veces la unidad (3.32 metros), o con el largo de la escalera que es de 13.2 metros, lo que equivale a 16 veces la unidad'

Mientras dictaba la conferencia 'Cosmograma y política plasmada en la planificación urbana de Teotihuacán', Sugiyama, habló sobre el simbolismo de la Pirámide de la Luna, planteado a partir de los avances de investigación de entierros humanos y ofrendas halladas durante el proyecto de excavación de 1998 a 2004, encabezado por él.

En este sentido comentó que dichos contextos funerarios son muestra de la importancia de la pirámide como templo sagrado, en el que se hicieron ceremonias vinculadas con los movimientos celestes, la dualidad fuego-agua y el renacimiento del día.

El investigador explicó que al realizar las excavaciones en la pirámide, se halló evidencias de superestructuras y sistemas constructivos, de los cuales determinaron la existencia de siete niveles, con antigüedad, que va de 100 a 400 d. de C.

Añadió que asociados a los niveles se descubrieron entierros, de los cuales sólo describió dos, denominados el V y el VI, ya que fueron los que presentaron mayor cantidad de elementos.

En el V entierro se descubrieron tres osamentas humanas en posición de flor de loto (común entre personas de linaje), cuyos individuos seguramente fueron ofrecidos para llevar a cabo la ampliación constructiva de la pirámide de la Luna.

'Dichos esqueletos, continuó Sugiyama, portaban collares y pendientes de piedra verde, con diseños de lo que parecerían cuerdas amarradas, que para la zona maya eran figuras ornamentales relacionadas con la élite o la autoridad, lo que nos sugiere algún tipo de relación entre mayas y teotihuacanos'.

Además, en los entierros descubiertos y con el mismo contexto funerario, se encontraron un disco de pirita y dos esculturas antropomorfas, una de obsidiana y otra de piedra verde, de la cuales, según piensan los expertos, una estaba parada sobre el disco, haciendo alusión a imágenes de murales teotihuacanos en los que se observa un disco del cual emerge una figura humana.

De acuerdo a interpretaciones de investigadores del INAH, puede significar la salida del sol del inframundo para comenzar un nuevo día.

Por su parte, el investigador emérito del INAH, Eduardo Matos, al dictar su conferencia 'El centro del universo en Teotihuacán y Tenochtitlan: afinidades y divergencias', señaló que si bien estuvieron alejadas en el tiempo, hubo algunos aspectos ideológicos y arquitectónicos que las unieron.

Así destacó el aspecto fundacional de estas dos civilizaciones, mediante la presencia de una montaña sagrada y principal, representada con la Pirámide del Sol y el Templo Mayor, ambas orientadas hacia el poniente y, asociadas simbólicamente con la dualidad vida-muerte.

Para cerrar su ponencia, concluyó con la explicación de los actos rituales de ambas civilizaciones, que para el caso de Teotihuacán, si bien no existen testimonios escritos, sí se ha encontrado evidencia arqueológica que lo confirma, como entierros con esqueletos humanos, con huellas de sacrificio y ricas ofrendas.

Mientras que en Tenochtitlan se sabe por el 'Códice Florentino' y crónicas del siglo XVI, de la existencia de dos ceremonias conocidas como 'panquetzaliztli' y 'hueytozoztli', dedicadas al dios de la guerra Huitzilopochtli, y a Tláloc, deidad del agua, en las cuales se presume hubo ofrecimiento de sacrificios humanos.

martes, 3 de julio de 2012

lunes, 2 de julio de 2012

torrenciales lluvias monzónicas

2 Julio, 2012 - 11:34
Credito:
Notimex


Londres.- Al menos 79 personas murieron y más de 2.2 millones de personas han sido obligadas a abandonar sus hogares en la última semana, a consecuencia de las torrenciales lluvias monzónicas que azotan el noreste de India, informaron hoy fuentes oficiales.

La zona más afectada es la provincia de Assam por el desbordamiento del río Brahmaputra, que ha provocado serias inundaciones en 26 de los 27 distritos de la entidad y los vecinos estados de Arunachal, Pradesh y Manipur, donde amplias zonas están bajo el agua.

Las lluvias torrenciales que desde hace más de una semana azotan el noreste del país también han provocado la destrucción de miles de viviendas, el cierre de decenas de carreteras e inundaciones en grandes áreas de cultivo, cuyas cosechas se perdieron en su totalidad.

El gobierno Assam emitió este lunes una evaluación sobre los daños causados hasta ahora por las lluvias monzónicas de este año, en la que dan cuanta de la muerte de 79 personas, la mayoría ahogadas al intentar escapar de las zonas inundaciones.

Además de que más de 2.2 millones de personas han sido desplazadas fuera de la provincia por los destrozos provocados a miles de hogares destrozados y más de 500 mil tuvieron que trasladarse a campamentos, según un reporte de la edición electrónica del diario Times of India.

"Hemos abierto campamentos de socorro improvisado para los desplazados, mientras que muchos más se vieron obligados a refugiarse en plataformas y carpas", afirmó Himanta Biswa Sarma, ministro de Salud de Assam.

El funcionario dijo que otra de las grandes preocupaciones de las autoridades es el Parque Nacional Kaziranga, famoso por sus ejemplares de tigres, rinocerontes y elefantes, ya que más del 70.0 por ciento se encuentra bajo el agua.

Ante la emergencia en Asam, el primer ministro indio, Manmohan Singh, visitó este lunes algunas de las zonas afectadas, acompañado por la líder del Congreso, Sonia Gandhi, y anunció un fondo de cerca de 89 millones de dólares para apoyar a los miles de damnificados.

“Nos centraremos en las labores de rescate y en extender la ayuda a aquellos que se han visto obligados a abandonar sus casas y después restauraremos las infraestructuras dañadas", destacó el jefe de gobierno, tras sobrevolar en un helicóptero las zonas afectadas.

Las lluvias del monzón, que azotan gran parte de India entre los meses de junio y septiembre de cada año, es crucial para los agricultores de la región, aunque el los últimos años han provocado severas inundaciones y víctimas.