(sep.2012) Producción inspirada en la sabiduría maya, ese pueblo tan increíblemente adelantado que aún hoy resulta sorprendente su cúmulo de conocimientos y la perfección que alcanzaron. Muestra de ello es su concepto del tiempo, su sistema especial para contar, de base vigesimal y su relación directa con la manera de medir el tiempo, para lo que usaban dos calendarios básicos (el sagrado y el civil) y tres cuentas diferentes, lo cual no daba posibilidad de error. Estas tres cuentas coincidían cada 52 Haab (años civiles de 365 días fijos), por lo que era un momento de especial y profunda importancia. La vida entera giraba en base a la magia de estas cuentas, dándole a cada día un significado único, por lo que se podían hacer predicciones precisas. Mucho se ha hablado del 21.12.2012. El significado es profundo, pero simple: Termina una importante “cuenta larga”, y con ello se “aniquila todo lo malo del [gran] ciclo anterior” para dar inicio a otra nueva cuenta, con una poderosa fuerza de renacimiento. Todos los calendarios vuelven a comenzar de cero (otro de los geniales “inventos” mayas….!).
Producción original: Carlos Rangel
el ciclo maya de 52 HAAB
Hace más de 3000 años, la civilización maya floreció desde el sureste de México hasta Honduras inclusive.
Los mayas fueron una sociedad de grandes hombres: astrónomos, matemáticos, poetas, filósofos, artesanos, constructores, y pensadores. Hablaban 44 lenguas mayas. Su literatura ilustra la vida de su cultura en obras como el Rabinal Achí, el Popol Vuh, y los diversos libros del Chilam Balam.
La poesía, la literatura, y el conocimiento matemático de los mayas, estaban ligados a su cosmovisión. Entre los mayas, la religión siempre influyó en los ritos agrícolas, en el arte y en su cultura.
La casta sacerdotal maya, llamada Ah Kin, era poseedora de conocimientos matemáticos y astronómicos que interpretaba de acuerdo con su cosmovisión religiosa, los años que iniciaban, los venideros y el destino del hombre. La gente común los consultaba para saber si un determinado día era favorable o no para algún asunto familiar o económico. Sin embargo los pronósticos era un asunto de los dioses. En el Libro del
Chilam Balam contempla una lista de días Tzolk´in con sus pronósticos.
La religión maya tenía tres características fundamentales:
Politeísta:
Adoraban a varios dioses a la vez.
Naturalista:
Los dioses eran los elementos, los fenómenos atmosféricos y los cuerpos celestes.
Dualista:
Partía del principio de que el bien y el mal son igualmente divinos, en constante lucha unos con otros, siempre inseparables, como el día y la noche.
Los mayas concebían al cosmos compuesto por 13 cielos, uno sobre otro, siendo la tierra la capa más baja. Sobre cada cielo presidían trece dioses, llamados los Oxlahuntikú.
Bajo la tierra (inframundo) había otros nueve cielos, también en capas, sobre los que presidían los Bolontikú. El último de estos cielos era el Mitnal, el infierno maya,
reino de Ah Puch, Señor de la Muerte.
Creían que, antes que el suyo, habían existido otros mundos destruidos todos por el diluvio. El mundo actual era sostenido por cuatro hermanos guardianes llamados Bacabés,localizados en los cuatro puntos cardinales.
En el centro del mundo maya se encontraba el Yaxché, o Ceiba Sagrada, cuyas ramas se elevaban a los cielos y cuyas raíces penetraban en el inframundo.
Lo que hoy conocemos como el CALENDARIO MAYA, propio de esta civilización, hay investigadores que sostienen que surge de la cultura Olmeca. Las similitudes con el calendario Mexica ofrece evidencias de que en toda Mesoamérica se utilizó el mismo sistema calendárico.
Los mayas tomaban los acontecimientos presentes como señales de los dioses, lo que les permitía vislumbrar el futuro. Por eso era tan importante conocer el movimiento del sol, las estrellas, la luna y los astros como la Tierra y Venus. En función de sus movimientos es que tuvieron la genialidad de hacer el calendario maya.
Inclusive la manera de contar de los mayas está relacionada con el tiempo, pues utilizan un sistema vigesimal en lugar de uno decimal, lo que, sorprendentemente, ofrece mayor precisión.
De acuerdo con el sistema vigesimal, el número 25 arábigo, se representa de la siguiente manera en las posiciones mayas: 0.0.0.1.5
Al igual que el sistema decimal, las unidades van a la derecha, y cada posición a la izquierda equivale al múltiplo de 10. (25) En el sistema maya es igual, pero cada posición equivale a múltiplo de 20. (0.0.0.1.5) 25 = 0.0.0.1.5
CALENDARIO MAYA
Tres cuentas del tiempo, diferentes y complementarias:
1. Tzolk’in o Bucxok:
calendario sagrado de 260 días
2. Haab:
calendario civil de 365 días
3. 20 Ahau:
CUENTA LARGA, combinación de Tzolk’in y Haab de 1’872,000 días
1 Tzolk´in (calendario sagrado)
= 260 kines (días)
= 20 uinales (meses) de 13 guarismos (numerales)
1 Haab (calendario civil)
= 365 kines
= [18 uinales de 20 kines = 1 tun de 360 kines] + 5 Uayeb (días nefastos fuera del registro cronológico, pero fechados como días)
RUEDA CALENDARICA
= siglo maya
= 52 Haab
= 73 Tzolk’in
= 1,460 uinales
= 18,980 kines
En el calendario maya puede advertirse la concepción circular del mundo, pues su
estructura se repite cada 52 años, lo que constituye un ciclo (o siglo). La concepción cíclica del tiempo conlleva la idea de que el futuro ya ha pasado, y el pasado está por venir, así como la existencia de una serie infinita de mundos.
En la Rueda Calendárica de cada persona, cada 18,980 kins (días) coinciden las 3 ruedas: Tzolk’in, Uinal, Haab. La sincronía se manifestaba en un día especial
que sin lugar a dudas es un día favorable, y es tan bueno, que aniquila todas las cosas “malas” que hayan ocurrido en el ciclo previo, cubriéndolas con la luz de ese preciso día, para estar en condiciones de renacer a un nuevo ciclo, y es cuando se muestra la deidad particular que corresponde a cada individuo, con un mensaje personal de renovación, justo al momento de sincronizarse las tres ruedas, al llegar a los
73 Tzolk’in (años sagrados) y
52 Haab (años civiles), equivalentes a nuestros
52 años gregorianos.
Cuando una persona cumplía 52 años llegaba a la plenitud de la vida, pues rebasaba la expectativa de vida de la época del México antiguo. Cada 52 años terminaba un ciclo de vida, un siglo maya.
En una ceremonia llamada FUEGO NUEVO realizada en un Temazcal se extinguían sus desalientos y renacía junto con la nueva llama de esperanza.
Gira rueda de ruedas
empápame de la luz
creadora de la vida;
de la luz que devora la sombras
y que encarna el renacimiento
de un nuevo florecer en el tiempo.
© Guadalupe Meré Alcocer
Septiembre 2012
El 21 de diciembre de 2012 de nuestro actual calendario gregoriano, el sistema calendárico maya conocido como CUENTA LARGA retornará al cero para reiniciar su ciclo de 1’872,000 días (5,125,36 años).
El solsticio de invierno se mueve lentamente hacia el corazón de la galaxia. El 21 de diciembre de 2012 se transformará el mundo al atravesar el sol la “Gran Grieta”, fragmento de la vía láctea que los mayas consideraban la Matriz de la Creación.
Antony f. Aveni
Arqueología Mexicana
mayo-junio 2010
Textos extraídos de Wikipedia y de otros sitios de internet, así como dela revista Arqueología Mexicana, may-jun 2010
Imágenes de libre acceso extraídas de internet con reconocimiento a sus autores
Música: Columa del Cielo © Tribu
Investigación y recopilación de Textos: Guadalupe Meré Alcocer
Concepto general y montaje gráfico original © Carlos Rangel
carlitosrangel@hotmail.com
Se agradece respetarlo sin alteración
Santiago de Querétaro, México, septiembre 2012
otras producciones del editor:
www.slideshare.net/carlitosrangel/presentations
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