En 1910 los campesinos se quedaron sin tierras y sin trabajo y sufrían a diario los efectos del hambre y la pobreza. Luego de más de 30 años en el poder, Díaz hizo un simulacro de apertura democrática y llamó a elecciones ese año. Surgió un oponente poderoso, Francisco Madero, que simpatizaba con la causa de la reforma agraria, contaba con el apoyo del campesinado y postulaba el principio de la no-reelección. Fue el día 20 de Noviembre de 1910 cuando inició la lucha por la Revolución Mexicana.
De los ejércitos campesinos surgieron grandes líderes militares como Francisco "Pancho" Villa y Emiliano Zapata que se hicieron famosos por sus hazañas. En 1917 se redactó una nueva constitución que promulgaba el control público de los recursos naturales, la educación gratuita y compulsoria y la formación de uniones laborales. México recuperó su estabilidad en 1920 con el gobierno de Álvaro Obregón.
La frase de Emiliano Zapata, “TIERRA Y LIBERTAD” fue el himno de muchos de los campesinos que lucharon contra la dictadura, se puede localizar dentro del famoso PLAN DE AYALA, formulado por Emiliano Zapata, que dice:
En virtud de que la inmensa mayoría de los pueblos y ciudadanos mexicanos, no son dueños ni de la tierra que pisan, y sin poder mejorar en nada su condición social, ni poder dedicarse a la industria o la ganadería por estar monopolizadas por unas cuantas manos las tierras, montes y aguas, por esa causa, se expropiarán previa indemnización de la tercera parte de esos monopolios, a los poderosos propietarios de ellas, a fín de que los pueblos y ciudadanos de México, obtengan ejidos, colonias, feudos legales para pueblos o campos de sembradíos o de labor, y se mejore en todo y para todo la falta de prosperidad para los mexicanos.
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