sábado, 21 de agosto de 2010

Una vida ejemplar

Un pordiosero se dirigió hacia la ventanilla de un camioneta Mazda, que estaba detenida en un semáforo.

-Señor, ¿podría darme diez pesos para comer?

- Pero, ¿no te los vas a beber, verdad?

- No señor, nunca he bebido alcohol.

- Entonces, seguro te vas a comprar tabaco.

- No señor, no fumo, ni nunca lo he hecho.

- ¿Te los vas a gastar jugando y apostando con los otros vagos?

- De ninguna manera. Nunca juego ni apuesto nada.

- ¿Se los pensás dar a una prostituta?

- Jamás he tenido relaciones con ninguna mujer que no fuera mi novia, que luego fue mi esposa, hasta que me abandonó.

- Entonces toma, no diez, sino mil pesos. Pero vení a comer a mi casa. Quiero invitarte una buena comida casera.

- El pordiosero, sorprendido, sube a la camioneta y ya en camino pregunta:

- Oiga, señor, ¿no se enojará su esposa al ver llegar a alguien como yo y que se siente a la mesa a comer?

- Probablemente sí pero valdrá la pena. Quiero que ella vea en qué se convierte un hombre que no bebe, no fuma, no juega, ni sale con putas.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Gracias por participar